Luigi Domenico

Un lector de 45 años nos cuenta su experiencia la semana pasada en Vilnius (Lituania) (Parte 2/2)


Esta es la segunda parte del diario que José Luís, un lector, escribió sobre su viaje a Vilnius (Lituania) y que ha querido compartir con todos nosotros.

Antes de continuar, te recomiendo que, si no lo has hecho ya, eches un vistazo a la primera.


Día 4. Miércoles.

A la mañana siguiente, en frío, ella cambia de parecer: que soy una gran persona, que no soy su tipo de hombre y que disfrutaría mucho otra cita como amigos. WTF!? como amigos!? Si ayer estabas fantaseando con vivir conmigo!

Mis sospechas de que posiblemente sería descartado por tener un estatus inferior a médico se han cumplido: la conversación fue un interrogatorio en ese tema. Incluso me preguntó en qué hotel me alojaba para evaluarme por el número de estrellas.

Le respondo: «Well, I am a man so if you don’t like me as a man you don’t like me at all. It was great to spend some time with you«. Que encuentre a Elon Musk en Tinder! Estas rusas… Reset!

Saco la máquina de likes, la cual me da 2 matches, puro oro pues enseguida quedo con una chica para un rato más tarde.

Cita con la chica. Aparece una mujer de 38 que se abalanza sobre mí y me aplasta con un abrazo fuerte y prolongado. Nerviosa y tartamudeando, me lleva a un sitio típico lituano. A la luz del local y más tranquila puedo observar que se trata de una chica promedio con unas capacidades comunicativas apabullantes, social, simpática y divertida.

Cuántas habilidades tiene una que desarrollar cuando es normalita y está en Lituania, verdad? De alguna forma me siento identificado con ella y la beso sin venir a cuento por solidaridad con los de nuestra especie.

A partir de ahí pierdo el interés por la cita y me relajo, incluso bostezo. Y entonces ocurre algo asombroso: ella se lo curra a muerte… resulta que yo soy el premio! Hace cosas por agradarme todo el tiempo.

En un momento aislado comento que al chocolate se le considera el sustituto del sexo y se calienta como si hubiera sexualizado a lo grande. Me lleva en su coche con la excusa de que no pase frío parando en un mirador nocturno sobre Vilnius. En él, me pega a la barandilla y se tira a comerme la boca como si no hubiera mañana a la vez que aprieta las tetas y el pubis contra mí.

El frío nos hace temblar (-7°) y de vuelta al coche me lleva a la puerta del hotel. Ahí me la como ya sin pena y le ofrezco subir conmigo a la habitación. Ella tiene dos hijos esperando, tiene que irse. Insisto y me explica que mañana mejor, por la tarde. Mañana? Si resulta que al final voy a follar y todo.


Día 5. Jueves.

Me despierta un match y un mensaje de la chica de anoche invitándome a desayunar en el bnb (hostal) donde trabaja. Llego medio dormido y tras el café me enseña la casa. Cierra la puerta de una habitación, me arroja sobre la cama y me folla vivo mientras exclama que ella nunca se acuesta con un hombre al segundo día de conocerlo.

En pleno acto llega la dueña de la casa. Considero la opción de saltar por la ventana en calzoncillos para que no le afecte a su trabajo y yo tener algo que contar a los nietos, pero con la temperatura a 9 grados bajo cero… prefiero que me pillen.

Curiosa e inolvidable forma de cumplir el sueño del viajero vividor follador. Le informo de que parto mañana porque si no la tendré enganchada como un koala, aunque podría decirle lo de «sólo como amigos»… Soy cabrón pero no tanto.


Día 6. Viernes.

En el día de celebraciones de los 100 años de Lituania todo el mundo tiene plan y se les hace imposible quedar. Los matches y mensajes para quedar en tinder se acumulan sin tiempo ya para nuevas citas pues se acaban las vacaciones.

Incluso me escriben «Ohhhh darling!» ante la imposibilidad. El viaje en solitario más intenso y en el que me he sentido más vivo, llega a su fin.

Próximo destino?…

José Luís

###

Una vez más, me gustaría dar las gracias a José Luís por compartir su diario de viaje con nosotros.

Sobre el texto de hoy, solo quería hacer dos observaciones.

En primer lugar me alegro de que José Luís pudiera disfrutar del sexo rápido y sin compromiso en su viaje por Vilnius. El que no lo ha probado no lo sabe, pero este tipo de experiencias son mucho más intensas y emocionantes cuando las vives a cientos de km de tu país.

Y también me ha encantado leer que se volviera dejando allí un montón de opciones. Para que todo el mundo pueda entender lo que se siente al salir de España.

En segundo, yo no estuve allí, por lo que no puedo saber realmente qué fue lo que sucedió, pero yo apostaría a que si las cosas no salieron bien con la mujer del día 3, no fue por un problema de estatus económico, sino que creo que tiene que ver con otra cosa… que es precisamente el tema del artículo de mañana.

La Técnica Secreta Que Me Permitió
Conseguir Cientos de Matches en Tinder

Video GRATIS te muestra la técnica del "Cambiazo" que me permitió obtener más de 100 matches en menos de 60 minutos