Tú eres el único responsable de hacer que las cosas sucedan, y no ella (ni el destino)
Este es un tema que a lo largo de la vida del blog ya habíamos tocado en diferentes ocasiones por activa y por pasiva, pero que hasta ahora no le habíamos dedicado su propio artículo, y considero que ya es hora.
Y ya es hora porque es un tema que veo que para muchos hombres nuevos en la Red Pill no parece tan evidente como pensábamos, y conviene tenerlo muy claro de inicio para poder actuar en consecuencia.
Vamos a empezar por el principio…
La sociedad te ha mentido (también en esto)
La sociedad te ha mentido desde siempre, y aunque quizás en el siglo pasado algunas mentiras tuvieran buenas intenciones, las mentiras del postmodernismo no tienen como objetivo nada bueno.
Las mentiras del postmodernismo tienen como objetivo acabar con las relaciones sanas entre hombres y mujeres y alimentar la guerra de sexos, así que atento.
Porque mientras que el postmodernismo te dice que a las mujeres les flipan los hombres femeninos, que muestran sus sentimientos, lloran a todas horas y que además, están muy de acuerdo con sus ideas políticas, ¿qué crees que está pasando en el mundo real?
Pues que nunca en la historia de la humanidad las mujeres habían sentido tanta atracción por los hombres MASCULINOS (sin que importe a quien voten o dejen de votar).
Y otra mentira muy buena es que, como en teoría vivimos en la era de la “igualdad”, ahora son ellas las que van a tomar la iniciativa y te van a invitar a salir, irán a por el beso e incluso serán las que directamente te pregunten si quieres follar. Básicamente, el postmodernismo te dice que debes esperar a que sea ella la que lo haga todo porque si lo haces tú, te arriesgas a ya sabes qué (ejem ejem).
¿Y cuál es la realidad?
Pues la realidad es que es cierto que en muchas cosas las mujeres están tomando la iniciativa ahora más que nunca, pero un dato importante que no te dicen es que las mujeres SOLO toman la iniciativa con hombres que físicamente están en el top- 20%.
O sea, que si tú eres un hombre de físico promedio o del montón, ya puedes esperar sentado, porque ninguna mujer de un estado postmodernista (como España) va a tomar la iniciativa contigo en la vida.
Tú eres el único responsable de hacer que una mujer se sienta atraída por ti y también eres el único responsable de hacer que las cosas sucedan, y si eres nuevo por aquí, salvo que tengas mucha (muchísima) suerte, hasta que no entiendas esto no vas a poder volver a ligar, o no al menos de manera sólida.
Para explicarte a qué me refiero, voy a contarte una pequeña historia.
Lo que pasó cuando conocí a Elena
Conocí a Elena al poco de llegar a Madrid, sería el año 2009 o principios del 2010 más o menos. Tengo que remontarme a una historia tan lejana porque, por suerte, hay lecciones que aprendí hace ya mucho tiempo.
Por aquel entonces yo ya había leído mucho sobre seducción clásica, la de ligar abordando en frío en discotecas, pero todavía no tenía demasiada práctica, y mucho menos en primeras citas. La conocí en la discoteca Keeper, y todo pareció haber ido genial, no la besé esa misma noche porque estaba con una amiga, pero sí me dio su número de teléfono para quedar otro día, así que perfecto.
Unos días más tarde le propuse una cita y ella aceptó, habíamos quedado esa misma noche a las 21:00, ya iba a estar oscuro, lo cual ya sabrás que favorece a la seducción, y yo que ya conocía el concepto de multicita, preparé una cita en la que íbamos a ir a tres locales diferentes en los que le iba a hacer sentir todo tipo de emociones.
Pero llegó el momento del encuentro inicial y, nada más vernos, ella me dijo que quería llevarme a un sitio que le habían recomendado. Y yo, que ya entonces sabía muy bien lo importante que era que yo liderara la cita y que eligiera locales favorables para la seducción, me hice caquita en los pantalones y le dije que ok, que iríamos a dónde ella dijera…
Grave error.
Elena me llevó a una pastelería que tenía unas tartas buenísimas, un local que está de puta madre para ir con tu novia o con una chica con la que ya has ligado, pero que desde luego, no es el mejor sitio para hacer seducción.
Nos pusieron en una mesita debajo de unos focos de luz blanca que casi me dejan ciego, sentados uno enfrente del otro, como si fuera una cita de First Dates, y nos sirvieron varios pedazos de tarta para que nos pusiéramos como el kiko. Mientras nos inflábamos a tartaza, tuvimos la conversación más family friendly que se pueda tener con una chica. Solo hablamos sobre estudios, trabajo, gustos y aficiones, nada más.
Si se te ocurre una forma más efectiva de meterte en la zona de los amigos, cuéntamela, porque a mí no se me ocurre.
Cuando salimos de la pastelería le dije a Elena que si le apetecía tomar una cerveza antes de irnos a casa, y ella me dijo que sí. Pensé que después de todo, quizás tuviera oportunidad de enderezar la cosa.
Pero no, en el bar Elena aprovechó para soltarme toda su basura emocional, contándome que había estado saliendo con un chico que se había comportado como un cabrón, que lo había pasado muy mal con él y que por eso, ahora quería estar sola. Joder, me estaba friendzoneando a la cara.
Después del bar la acompañé al metro y en las escaleras, donde nos paramos para despedirnos, intenté besarla. La pobre casi se rompe el cuello de la cobra que me tuvo que hacer, y me dijo que ya lo habíamos hablado antes, que en ese momento de su vida quería estar sola, solo quería hacer nuevos amigos. Me despedí de ella y me fui para casa muy jodido, pero lo peor todavía estaba por llegar.
Días más tarde coincidimos en la discoteca en la que yo estaba trabajando, ella fue con otro tío, su nuevo novio, un tío que sí supo cómo hacer que las cosas sucedieran.
Ni la atracción sucede porque sí, ni ella tomará la iniciativa contigo, asúmelo YA
Todavía hoy recibimos muchos emails con historias similares a la mía, historias en las que hombres que descubren nuestro blog nos cuentan que conocieron a una chica, la cual parecía estar muy interesada en ellos, que quedaron con ella y que pareció que la cita fue muy bien, pero que luego, una vez se despidieron, ella jamás quiso volver a quedar.
Entonces yo les pregunto, ¿hubo beso o sexo en esa cita? Y ellos siempre me dicen que NO, a lo que yo respondo preguntando, ¿entonces por qué dices que la cita fue tan bien? Y ellos me dicen, porque ella se lo pasó muy bien y hubo muchas risas.
Y yo les pregunto, ¿por qué no la besaste entonces? Y ellos me dicen que la razón fue que simplemente no surgió, que no era el momento, o que ella no parecía ser “de esas”.
Ya es hora de entender que si eres un hombre promedio o del montón como yo, o sea, un hombre que no puede gustar por su físico a primera vista, la atracción no sucede porque sí, sino que hay que crearla.
Y no solo eso, sino que las cosas tampoco “surgen” por sí solas, sino que eres tú el que tiene que hacer que surjan, porque si eres un hombre que no es top, ella jamás va a tomar la iniciativa. Y que sepas que tampoco hay una fuerza divina (llámalo el destino o llámalo como quieras) que os empuja a los dos a besaros, sino que es uno de los dos el que tiene que ir a por ello, y si ella no lo va a hacer porque no destacas por tu físico, vas a tener que ser TÚ.
Por lo tanto, es 100% responsabilidad tuya, tanto hacer que ella se sienta atraída por ti, como hacer que surjan el beso (o el sexo), y si no eres capaz de hacer ninguna de estas dos cosas, también es 100% seguro que NO sucederán.
Tienes que saber que la cita First Dates no crea ningún tipo de atracción, ¿no has visto el programa? Eso de sentarte a comer uno enfrente del otro y hablar de gustos en común, por mucho que ella pase un momento agradable, no crea ningún tipo de atracción. Como mucho, te llevarás el «me gustaría tener una segunda cita pero solo como amigos«.
Este tipo de cita solo puede acabar bien si ya le gustabas mucho por tu físico desde el inicio.
Pero si no eres un guaperas, lo que hace que ellas se sientan atraídas por ti es una actitud de estatus, la escalada física, hablar de temas emocionales y sexuales, ir a por el beso (como mínimo), y en definitiva, que les demuestres que eres un hombre con experiencia y que sabes cómo hacer que las cosas sucedan.
Tengo la certeza de que si en mi cita con Elena hubiera hecho las cosas de la manera correcta habría habido un final feliz para los dos. Y no solo lo sé porque lo de que quería estar sola, al aparecer a los pocos días con otro tío quedó demostrado que era bullshit. Sino que también, porque nos conocimos en una discoteca y ella me dio su teléfono para tener una cita otro día.
Nadie va a una discoteca a hacer amigos, ni ahora ni nunca. A las discoteca se va a ligar y más todavía si son para gente menor de 30 años. A ella le gustó mi actitud en la discoteca y quiso ver si podía gustarle, y ya en la cita, yo le demostré que era un pringao.
Fue una gran oportunidad perdida, porque esa chica me gustaba mucho, pero también una gran lección aprendida, y es que, como te decía, me tengo que remontar a una historia tan lejana porque esto ya no me volvió a suceder nunca más.
Así que antes de terminar, voy a repetirlo una última vez más, para que te quede cristalino: Si eres un hombre de físico promedio o del montón, TÚ eres el responsable de hacer que ella se sienta atraída por ti, y TÚ eres el responsable de hacer que las cosas sucedan.
Y si no eres capaz de hacer ninguna de las dos cosas, no sucederán.
Es así de simple.
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