Luigi Domenico

Ligar en Bratislava (Eslovaquia) en el 2017 (como si estuviéramos en el 2007)


Si sigues este blog desde el inicio ya sabrás de mis viajes, y es viajar con la idea de comprobar por mi mismo si era cierto aquello que muchos decían de que, para cualquier español (promedio), ligar en cualquier otro país que no sea el nuestro era ligar en modo fácil.

Y sí, lo pudimos comprobar, en 2014 Lituania, donde comenzó todo y fue la puta hostia, en 2015 Hungría, donde disfrutamos de una abundancia sexual sin igual, y mucho más tarde Rumania, donde nos llevamos una gran sorpresa inesperada y descubrimos que todavía hay países en los que las reglas del juego son diferentes.

Hubo muchos más viajes por Europa de los que todavía no hemos hablado y, en todos ellos, de otra cosa que nos hemos dado cuenta, y esto no te va a hacer mucha gracia, es de que cada año que pasa, cada vez todo es más complicado. Aunque eso sí, nunca llegando a niveles de España.

¿Qué quiere decir esto?

Pues que de un 2014 en el que lindísimas lituanas de 19 años nos sacaban a bailar o un 2015 en el que maravillosas chicas húngaras nos proponían sexo a través de Tinder, hemos pasado a ser nosotros los que tenemos que currárnoslo para tener opciones.

Y la razón de esto es muy sencilla. Cada día que pasa hay más hombres promedio de USA, Canadá, Europa occidental y Australia que huyen al este de Europa escapando de ya sabes qué y buscando un poco de cariño.

Y claro, cuando hay más oferta que demanda, pues ya se sabe.

Pero insisto, es una lástima que haya pasado esto si lo comparamos con cómo eran estos países hace unos años, pero si los comparas con España, Europa sigue siendo jauja.


En verano de 2017 decidimos viajar a Bratislava (Eslovaquia)

En verano de 2017 decidimos viajar a Bratislava, capital de Eslovaquia. Fue un viaje de una semana, llegamos el lunes y nada más llegar, Carlos se puso a darle al Tinder. Yo, como en aquel entonces tenía pareja, estaba muy tranquilo.

¿La sorpresa? Que después de un rato dándole, se le acabaron los perfiles.

¡¡No había opciones!!

Fue súper extraño, como si hubiésemos viajado al pasado, a una época anterior a la de las app’s para ligar online. Tuvo unos cuantos matches, sí, pero tampoco es que le dieran mucha bola.

Pero bueno, tampoco era tan importante. Ligar es solo una parte más de viajar. Nos pasamos toda la semana haciendo turismo, conocimos los sitios más importantes de Bratislava, fuimos a Viena (Austria) que estaba a una hora en tren…

Estuvo guay.

Días después Carlos enganchó una conversación con una chica y descubrió qué era lo que estaba sucediendo.


Bratislava, la ciudad en la que a nadie le gusta ligar por Tinder

Al parecer, los hombres eslovacos son un poco pasotas en general y Tinder no es una excepción para ellos, por lo que en la app solo había extranjeros. Y el problema que tiene Bratislava es que es una ciudad muy pequeña, que se puede ver en un día y que para colmo, está junto a Viena, la cual es una atracción turística.

Por lo tanto, los extranjeros que había en Tinder eran al 90% turistas que iban desde Viena a pasar un día a Bratislava, a ver la ciudad y ya de paso, echar un pinchito y luego bye bye.

Esto a las eslovacas no les hacía ni puta gracia, por lo que la mayoría no se metían en Tinder.

Pero es que las poquísimas que había tampoco estaban interesadas en nada. Parecía que solo se metían esporádicamente, cuando tenían un descanso del trabajo o de la universidad (a diferencia de las españolas que están todo el día online dándole caña).

Llegó el Viernes e hicimos lo único que se podía hacer, salir de fiesta.

Fuimos a un bar que estaba cerca de nuestro apartamento (ya sabes que nos gusta alojarnos siempre en el centro de las ciudades), y nada más entrar, nos dimos cuenta de que algo bueno podía pasar.


En una ciudad en la que las mujeres no usan Tinder, la noche vuelve a ser divertida

Nada más entrar por la puerta vimos algo que muy pocas veces habíamos visto en los últimos años, vimos opciones.

Y es que se juntaron varias cosas. En primer lugar, el hecho de que las mujeres no usen Tinder, lo cual significa que el finde van a salir de fiesta con ganas de ligar. En segundo, la pasividad de los eslovacos. Pero sin lugar a dudas, lo mejor de todo fue que no había extranjeros.

Nada de ingleses, australianos o norteamericanos haciendo el pick up artist. Nada de españoles o italianos entrando a muerte a todo… NADA.

Resulta que los turistas visitan Bratislava entre semana, pero cuando llega el finde, se quedan en Viena, donde hay mil opciones para salir de fiesta (mucho más glamurosas que en Bratislava).

La suma de todas estas circunstancias fue lo que hizo que aquella ciudad fueran un pequeño OASIS en el centro de Europa.

Y ya nada más entrar por la puerta nos pasó algo que no suele pasarle a dos hombres promedio o del montón que en sus países son “invisibles”. Varias chicas giraron la cabeza para mirarnos.

No sabíamos si era un espejismo o estaba pasando de verdad. Pero sí, era cierto, habíamos dejado de ser invisibles para pasar casi a ser el centro de atención.


Aquel día volvimos a sentirnos como el premio

Había una chica que no dejaba de mirarme, hasta que finalmente se me acercó y se presentó. Estuvo un minuto hablando conmigo, era venezolana, estaba con unas amigas de turismo por la ciudad y se iban al día siguiente.

Como se marchaban ya a otra discoteca, me dejó su número de teléfono apuntado en una servilleta para que la llamase más tarde.

WTF!??

¿Mitad de 2017 y una chica me aborda, demuestra que le he gustado físicamente y me ofrece su número para que la llame más tarde?


Le estaba contando a mi amigo lo que había pasado cuando dos linzadas de no más de 20 años se pusieron en la pista a bailar delante de nosotros. Como mi amigo me estaba mirando a mí, no se dio cuenta de que una de ellas le estaba mirando mucho y se lo dije.

David; Oye, esa chica te está mirando como a un guapo.

Amigo; ¿Cómo? ¿Quién?

Él se giró para mirarla y al verla fue como LOL, ¡Yisus!

Porque estaba buenísima.

Mi amigo la verdad es que se hizo un poco de caquita en los pantalones, como siempre le pasa después de una temporada sin abordar, y quiso pensar que todo eran imaginaciones mías. Pero se puso de lado para comprobar si ella volvía a mirar de esa manera y así poder asegurarse de que no le mentía.

Al rato ella volvió a mirarle como a un guapo. Si no sabes a lo que me refiero con esto, la chica le miró de la misma manera en la que las chicas miran siempre a los gurús guaperas de la seducción. Y mi amigo ya no dudó más.

Se acercó hacia ella, le ofreció la mano en el gesto de “¿bailamos?”, ella cogió su mano y comenzaron a bailar.

Yo también invité a bailar a la amiga (que luego resultó ser su hermana) para hacerle la cobertura y que todos estuviéramos pasándolo bien, y cuando me quise dar cuenta, mi amigo y la hermana pequeña (18 años tenía) se estaban comiendo la boquita.

Y podría contar qué pasó después, pero eso ya no es relevante para lo que quería transmitirte.


Conclusión

La conclusión de este artículo creo que es clara. Si tienes previsto planear en un futuro próximo el clásico circuito de Praga, Viena, Budapest… quizás no estaría mal que te plantearas pasar un viernes noche en Bratislava.

O que te vayas allí de Erasmus.

Que a mitad de 2017 todavía exista un lugar en Europa en el que dos españoles promedio o del montón sean considerados el premio, bien vale la pena una visita, aunque solo sea de un día.

Aunque sea solo por sentir esa sensación de gustar a las chicas (guapas) solo por tu físico.

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