“Las mujeres ponen reglas a los hombres beta, y rompen esas mismas reglas por los hombres Alfa”
Y la frase del título de hoy, ¿te suena?
Es otro de los mantras que más se repiten en las comunidades Red Pill anglosajonas. No estoy del todo seguro, pero creo que el autor original de ésta es Rollo Tomassi.
¿Y qué significa?
Bueno, yo creo que ya quedó bastante claro en aquel artículo que publiqué hace un tiempo en el que pudiste ver capturas de Tinder de una chica que tuvo conversaciones con dos hombres muy diferentes entre sí, uno muy guaperas y el otro de físico promedio o del montón.
En este artículo pudiste observar por ti mismo que, mientras que con el súper guaperas la chica estaba quedando directamente para follar (sin preservativo), con el promedio ya avisaba de antemano que solo estaba dispuesta a tener con él una cita a la antigua, cita que en ningún caso podría acabar en sexo.
Si quieres recordarlo, lo tienes aquí.
Esto es algo bastante habitual entre las mujeres de esta era postmoderna, y en las Comunidades Red Pill anglosajonas también es conocido como…
La doble estrategia de (algunas) mujeres
La doble estrategia consiste en, por un lado disfrutar del sexo junto a los guaperas que solo quieren echar un polvo y luego desaparecer, y luego quedar con el mejor tío promedio posible para hacer el resto de cosas que les gustaría hacer con el guaperas pero que no les es posible.
Cosas como salir a dar una vuelta, a tomar algo, a cenar, al cine… pero no sexo, claro, que eso ya lo hacen con el guapo.
Después de 5 años usando Tinder he tenido sexo en la primera cita con muchas chicas que en sus perfiles decían que en ningún caso tendrían sexo en la primera cita, y hoy voy a compartir contigo la última vez que esto sucedió, hace tan solo un par de semanas.
Antes de continuar, para todos los fanáticos de la dictadura de la corrección política, decir que no me parece mal que las mujeres tengan sus estrategias para ligar y para sacar lo máximo del mercado sexual. Pero es por esta misma razón que también considero que a nadie le debería molestar que nosotros también las tengamos.
Y por otra parte, como bien indico en el subtítulo de este apartado, no estoy diciendo que todas las mujeres que digan que no follan en la primera cita estén siguiendo esta doble estrategia. Repito, NO estoy diciendo eso.
Pero sí es cierto que hay muchas que lo hacen, y para los hombres que genuinamente están interesados en tener relaciones con estas mujeres, es importante que tengan esta información y que actúen en consecuencia. Es por esto que hoy he publicado este artículo.
¿Y por qué es tan importante ser consciente de que hay mujeres usando esta doble estrategia?
Muy sencillo. Porque en el momento pasas por el aro y aceptas “esperar lo que haga falta para el sexo”, automáticamente te estás empezando a comportar como un hombre sumiso y sin opciones, capaz de hacer cualquier cosa (aceptar cualquier regla) con tal de disfrutar de la compañía de una mujer.
Y resulta que esta actitud de sumisión y necesidad NO atrae a las mujeres. Más bien las repele. Sobre todo si no eres guapo.
Como dijo David en su artículo, yo soy el primero al que le gusta ir al Kinepolis con una chica, ponernos hasta arriba de palomitas, luego ir a cenar, luego a tomar algo y todo lo que haga falta…
Pero si de antemano aceptas hacerlo con la condición de que luego no haya NADA, lo que estás haciendo es convertirte en su pagafantas, y que yo sepa, los pagafantas nunca pusieron demasiado cachondas a las mujeres.
Obviamente, no te estoy diciendo que debas hacer nada que ella no quiera, por supuesto que no. Lo que debes hacer es dejarle muy claro que eres tú el que no va a pasar por el aro, y es que si lo haces y no eres guapo, te lo aseguro, al final no va a pasar NADA.
Al final del artículo te cuento cómo deberías actuar ante este tipo de situaciones (cuando ella te avisa de que no va a haber sexo), de momento, vamos ya con el ejemplo de hoy.
Tuve un match con una chica de un país postmoderno
Estaba de vacaciones con David y usando mi perfil sexual mágico de Tinder tuve un match con una chica de 22 años (14 años menos que yo) y de un país postmoderno, vamos a llamarle Sara. Para los que no hayáis estado en ninguno de nuestros talleres, este es un perfil muy honesto y directo en el que de una manera sutil dejo caer que tengo ciertas fantasías sexuales.
No es un perfil con el que se consigan muchos matches, pero lo bueno que tiene es que los que se consiguen son de chicas que están muy interesadas en hacer esas fantasías realidad, algunas físicamente muy atractivas.
Sara tenía unas fotos súper sexuales en su perfil. Para que te hagas una idea, su primera foto era un gif animado de su culazo en tanga moviéndose de lado a lado y luego tenía otra poniéndose crema solar también en el culazo. Está claro que Sara sabía bien cuál era su mejor arma.
En su descripción solo ponía que buscaba gente con la que salir por ahí o para ir juntos al gym.
Empezamos a hablar y me dijo que estaba muy interesada en probar ese tipo de fantasías sexuales. Te dejo a continuación un par de capturas de nuestra conversación.
En la primera puedes ver cómo le cuento lo que haríamos juntos, a lo que ella responde diciendo que eso es algo que le gustaría probar, y en la segunda puedes ver cómo quedo con ella directamente en mi hotel para que hagamos nuestras fantasías sexuales realidad.
Lo curioso de todo esto es que en algún momento desde que tuvimos el match hasta el momento en el que yo ya la estaba esperando en mi hotel la descripción de su perfil de Tinder cambió. La abrí cuando ya la estaba esperando y vi que había añadido como primer párrafo lo siguiente:
“Te bloquearé si solo quieres follar, yo sé que vuestros padres os enseñaron modales, ¿verdad? O si estás buscando follar simplemente busca una prostituta, no a mí. Busco gente con la que salir por ahí o vayamos juntos al gym!!!”.
¿Había cambiado Sara de opinión o simplemente esto formaba parte de su doble estrategia? Porque nosotros habíamos quedado directamente para follar y ahora de repente ponía esto. ¿Qué estaba pasando?
No tardaría mucho en descubrirlo, Sara estaba a punto de llegar.
Así fue la cita con Sara
Le pedí el WhatsApp a Sara para enviarle mi localización, ella me escribió cuando ya estaba a punto de llegar al hotel y yo bajé al lobby a recibirla.
El primer encuentro fue un poco frío, ella parecía un poco nerviosa, yo le pregunté sobre su día y le conté sobre cómo había ido el mío, para ir suavizando la tensión y sobre todo, para evitar silencios que pudieran hacer que para ella la situación se volviera incómoda.
Subimos a mi habitación y nada más entrar saqué un par de cervezas y nos sentamos en la cama a tomárnoslas. Sara bebía como si no hubiera un mañana. Yo le hacía preguntas pero ella no se soltaba, entonces le pregunté qué quería hacer, a lo que ella respondió:
“Quiero empezar ya, estoy muy cachonda (horny)…”.
No se habló más, la acción empezó y echamos el polvazo del siglo. Me lo curré muchísimo para que Sara pudiera disfrutar conmigo todo lo que no pudo disfrutar con los tíos anteriores que solo buscaban su propio placer.
Si has leído La guía definitiva para una cita perfecta, ya sabes de lo que hablo.
Cuando terminamos de follar los dos estábamos sudando como cerdos, así que nos metimos juntos en la ducha y nos refrescamos. Luego, al salir, Sara se vistió y me dijo que tenía que irse a cenar con unos amigos.
Yo le dije que OK, la verdad es que la final del mundobasket estaba a punto de empezar y había quedado para ver a España ganar a Argentina, pero obviamente, no me habría importado en absoluto que se quedara con nosotros. ¿Había quedado con otro tío de Tinder para que la invitara a cenar?
Sara se fue de mi habitación tan solo unos 90 minutos después de haber llegado, prácticamente lo único que hicimos juntos fue follar… y nada más salir, me envió el siguiente mensaje:
“Gracias por esto, ha estado muuuuuy bien”.
(Las horas del WhatsApp no son las correctas porque el iPhone estaba en modo avión y no se actualizó).
Al día siguiente…
No se lo dije a Sara, porque ya sabéis que yo nunca me despido de la primera cita proponiendo la segunda, pero el día siguiente era mi último día en la ciudad. Lo pasé tan bien con ella que me apetecía mucho volverla a ver.
Abrí Tinder y vi que en su descripción seguía diciendo que si solo buscabas follar, te fueras al carajo. Sin embargo, el día anterior ya sabes qué pasó.
Le escribí y le dije que era mi último día y que si quería repetir, ella me dijo que sí, que por supuesto.
Quedamos a las 18:30 y nuestro encuentro no fue muy diferente al del día anterior. Sara llegó con muchas ganas y prácticamente nada más llegar nos metimos al lío, después de una larga sesión de sexo los dos nos metimos en la ducha, luego ella se vistió y me dijo que se tenía que ir…
No sin antes decirme que si vuelvo por la ciudad, que por favor le avise, que el sexo conmigo es “sooo good”.
Y ahí lo tuve claro. Sara es una de esas chicas que usan la doble estrategia. En este caso a mí me tocó la parte buena, todo gracias a mi perfil sexual mágico de Tinder y a saber cómo hacer las cosas en la cama para que ella disfrute como nunca.
Pero al mismo tiempo Sara estaba quedando con otros tíos para hacer planes de “novios”, cosas como ir a tomar algo o al gym… tíos que aceptaban quedar con ella con la condición (o regla) de que esas citas no acabaran en sexo, porque el sexo ya lo tenía conmigo o con cualquier otro guaperas que solo busca echar un polvo y luego bye bye.
Entonces, qué deberías hacer tú ante este tipo de situaciones
Si conoces a una chica que en su perfil de Tinder o en persona te dice que no busca sexo o que le gustaría ir despacio, lo que yo te recomiendo es que te lo tomes como un test. O sea que, si lo lees en su perfil de Tinder, ni siquiera hagas mención sobre ello, y que si es ella la que te lo dice, le puedes responder con algo irónico, algo como…
“A mí tampoco me gusta follar en la primera cita, de hecho cuando tengo una primera cita y al acabar en casa ella me dice de follar, yo siempre le digo que no, que mejor nos tomamos un helado mientras vemos juntos Titanic”.
Y se lo dices con una media sonrisa irónica y luego cambias de tema.
A partir de ahí simplemente debes seguir todos los pasos de La guía definitiva para una primera cita perfecta.
(Disclaimer para todos los fanáticos de la dictadura de la corrección política: El libro es una guía paso a paso sobre todo lo que hay que hacer para que ella desee tener sexo contigo en la primera cita, pero en última instancia SIEMPRE es ella la que decide si quiere que las cosas sucedan o no. No es una guía para hacer que el sexo suceda a toda costa, es una guía para que ella desee tener sexo contigo y te lo demuestre de forma clara y abierta).
Si sigues todos los pasos y ella está llevando una doble estrategia, el sexo debería suceder antes de terminar la tercera cita (y normalmente en la primera o segunda).
Si después de tres citas el sexo sigue sin suceder, una de dos, o ella es de verdad una chica tradicional a la que le gusta ir despacio o solo te ve como el amigazo del que aprovecharse y con el que jamás tendrá sexo (porque el sexo ya lo está teniendo con otro).
No existe forma de que sepas si tu caso es el primero o el segundo, por lo que ya dependerá de ti tomar la decisión de seguir invirtiendo tu tiempo, dinero e ilusión en esa «relación» o hacer un NEXT como una casa.
Para terminar, insisto en que no podemos criticar a las mujeres por tener diferentes estrategias para sacar lo máximo del mercado sexual, así que por favor, no lo hagas en los comentarios (ya que no serán publicados). Nosotros también tenemos estrategias con ese mismo objetivo, gran parte de este blog trata precisamente sobre este tema.
De hecho, si quieres las mejores estrategias para que un hombre promedio o del montón pueda sacar lo máximo de este mercado sexual en el que vivimos hombres y mujeres, échale un ojo a la Técnica secreta de Tinder Hack.
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