Luigi Domenico

ERRORES de estatus que NO te permiten LIGAR (si los cometes estás MUERTO) – Parte 9


Ya tocaba. Hacía ya mucho tiempo que no compartíamos por aquí una de esas historias que nos llegan a través de nuestro formulario de contacto y que tanto pueden ayudarte a entender el funcionamiento de las interacciones entre hombres y mujeres.

Como siempre digo en este tipo de artículos, si tú eres un hombre de físico promedio o del montón y últimamente no has tenido tanto éxito a la hora de ligar como el que te gustaría, te invito a que sigas leyendo. Podrías aprender mucho.

Y como de costumbre, primero vamos a leer qué fue lo que pasó y después voy a dar mi opinión al respecto.


La historia (y los errores) de Jose

Os escribo porque tuve una cita con una chica del Tinder, os cuento como fue…

La chica me propuso quedar en seguida después de ver que había feeling entre los dos.

Quedamos por la tarde y nada más verla cometí el primer error no abrazarla (la cita fue antes de leer vuestro blog y vuestro libro).

Fuimos a tomar algo, me hizo el típico test que superé bien, aunque me dijo que era muy cortado (yo no lo veía así) la chica decía que su primer paso era tomar algo y si había feeling ir a cenar… Llegamos a la cena, muchas risas y todo genial. Acabamos de cenar y le abracé. Estuvo receptiva al contacto físico.

Nos despedimos y cometí el error de decirle que tengo ojos y que saltaba a la vista que era guapa (creo que los dos estamos al mismo nivel). Nos despedimos con un abrazo y cuando llegó a casa me dijo que había estado muy agusto.

Yo le contesté que me gustaría volver a verla (otro error).

Pasaron los días íbamos hablando y le dije que cuándo íbamos a dar el paso 3. Ella se reía pero al ver que no concretaba pasé de ella. De esto hará un mes. No he vuelto a hablar con ella, pero me sigue en Instagram y a cada publicación mía le da a me gusta.

Quiero volver a quedar con ella pero antes de dar un paso he preferido enviaros el correo. Para saber si aún es posible despertar su interés o si ya estoy descartado para ella.

Muchas gracias.
Jose

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Al leer el email, en lo primero que me fijé fue que, algo que siempre debe suceder en una primera cita, ni siquiera fue mencionado por José, por lo que le envié el siguiente texto para asegurarme:

“Hola Jose, no lo mencionas en el texto así que entiendo que la respuesta es «no», pero voy a preguntarte: ¿La besaste? Y en caso de no hacerlo, ¿por qué crees que no lo hiciste?”.

Jose respondió a mi pregunta. Te dejo a continuación con ella:

Hola Luigi,

No la besé. No lo hice porque fui conformista. Pensé mejor en la próxima cita, hemos llegado hasta aquí bien y se encuentra a gusto. Vi que ella marcaba los pasos, lo cual ahora me doy cuenta que fue un error gravísimo, además de darle la seguridad de que nos volveríamos a ver.

Tengo que decir que en la siguiente cita (con otra chica) hice todo lo que aconsejáis, tanto en el blog como en el libro, y funcionó a la perfección. Parecía como si me estuvierais dictando lo que tenía que hacer.

Ya te digo, todo fue rodado.

El problema es que la chica que no besé me gustaría volver a tener la oportunidad. Aunque no sé como volver a despertar su interés, si podéis ayudarme os lo agradezco enormemente.

Un saludo.
Jose


Mi opinión

Como siempre suelo decir en este tipo de artículos, obviamente, yo no estuve allí, por lo que lo único que puedo hacer en este espacio es darte mi opinión basándome en la información que nos das.

Y decirte también que es una pena que tuvieras aquella primera cita antes de leer nuestro libro. Si hubiera sido después, seguro que habría habido final feliz para los dos, tal y como ya sucedió con esa otra chica con la que que tuviste una cita más adelante.

Una vez dicho esto, vamos a meternos en materia.

Lo primero que quería aclarar es el tema del “feeling”. Dices que a esta chica tan especial la conociste en Tinder, que hubo feeling entre los dos y que, por eso, fue ella la que, de manera muy rápida, te propuso quedar.

Pues bien, he de decirte que si al chatear no usaste ninguna estrategia especial y simplemente tuviste una conversación normal con ella, no es que hubiera feeling, es que le gustaste físicamente y por eso quiso conocerte.

Te digo esto porque es importante saberlo. Cuando has gustado físicamente y es ella la que te lo demuestra de una manera tan clara (proponiéndote una cita), puedes hacer que todo vaya mucho más rápido. Solo tienes que ver los vídeos de los gurús guaperas de la seducción si quieres ejemplos.

En cambio, cuando no le has entrado tan bien por los ojos, pero has conseguido llamar su atención gracias a estrategias o rutinas que has usado en el chat, si quieres asegurar que haya final feliz para los dos, lo mejor es no arriesgar. Lo cual no quita que a algunos nos guste arriesgar de vez en cuando o muy a menudo.

En tu caso particular, como decía, está claro que le gustaste físicamente ya de entrada y, solo por eso, deberías haber tirado mucho más de la cuerda desde el inicio de la cita.

No considero que no abrazarla nada más veros fuera un error. Es verdad que esta es una buena excusa que puedes usar para empezar con la escalada física desde el segundo uno, pero si no la usas, tampoco es que sea un error.

Sin embargo, que te comentara que estabas siendo un poco “cortado” sí que nos demuestra que le gustaste, pero que ella esperaba más de ti. Esperaba a un tío que supiera hacer que las cosas sucedieran, o sea, un tío lanzado, y tú no estabas cumpliendo sus expectativas.

Aun así, ella te siguió dando oportunidades.

Te dijo que solo iba a cenar con los hombres que le gustaban y resulta que os fuisteis a cenar (pedazo de indicador de interés), todo fue bien, supongo que hubo muy buen rollo y muchas risas, y al terminar, cuando ella estaba ya segura de que la ibas a besar, lo que hiciste en lugar de eso fue abrazarla, mientras ella se preguntaba a sí misma “¿por qué este tío no me besa?”.

Pero lo peor de todo vino al final, después de que ella te diera señales claras para que la besaras y de que tú no lo hicieras, le soltaste el piropazo y nada más terminar la cita, le dijiste que te gustaría volver a quedar (después de no haberla besado).

Y todo esto sin contar con que dejaste que ella liderara o marcara los tiempos de la cita en todo momento.

Todo un cúmulo de errores, como tú dices, que en realidad para ella no fueron más que muestras de que eres un hombre de bajo estatus social o, lo que es lo mismo, un hombre que no está acostumbrado a tener éxito con las mujeres. Y ojo, no te estoy diciendo que lo seas, solo que fue lo que le demostraste.

Entonces, que le gustaste físicamente de entrada está claro, pero que le gustaras tanto como para que tus errores no le hicieran cambiar de opinión a lo largo o después de la cita, eso no está tan claro. Y como tú nos cuentas, al final la cosa se enfrió.

Además, esa forma de proponer la segunda cita tampoco es que fuera demasiado adecuada, si le preguntas cuándo vais a dar el paso 3 de esa manera, suena en plan “que sepas que yo me estoy regalando, ahora dime tú, si quieres coger el regalo o cuándo quieres cogerlo”.

Y para ellas, los hombres que se regalan, suelen pensar que lo hacen porque no valen nada.


Ahora la pregunta es, ¿se puede hacer algo para levantar esta situación?

Cuando conocemos a una mujer se abre una ventana de oportunidad que, como su propio nombre indica, nos va a dar la oportunidad de hacer que las cosas sucedan. Ventana que, por otra parte, se va a ir cerrando poco a poco.

Y cuando ésta ya se haya cerrado del todo, va a ser muy difícil que la podamos volver a abrir, sobre todo cuando no le gustamos fisicamente de entrada.

En tu caso, sí le gustaste físicamente y durante un tiempo lo tuviste a huevo para hacer que las cosas sucedieran, pero le demostraste que no sabías hacerlo. Le demostraste que no eras un hombre de estatus y, por lo tanto, la ventana de oportunidad, aparentemente, se cerró.

Pero eso no quiere decir que no puedas intentar volver a abrirla. No pierdes nada.

Y como ya hemos repetido varias veces a lo largo del artículo, le gustaste físicamente, y si hay un caso en el que es posible reabrir ventanas de oportunidad es éste.

Como ya has leído material mío y ya sabes perfectamente cómo hacer que las cosas sucedan, y de hecho, ya lo has hecho con otra chica, lo que yo te recomiendo es tratar de conseguir una segunda cita con ella y ya, una vez juntos y a solas de nuevo, actuar de la manera correcta.

¿Y cómo conseguir esa cita?

Pues usando la estrategia de la perseverancia juguetona de Bobby Rio, de la que que ya hablamos en el siguiente artículo.

La perseverancia juguetona no te va a garantizar nada, pero sí es posible que gracias a ella consigas una segunda oportunidad, y si al final esto sucede, que no te quepa duda de que habrá final feliz para los dos.

Ahora eso sí. Mientras pones en funcionamiento esta estrategia, también te aconsejo que sigas dándole al Tinder, que sigas teniendo citas y que sigas haciendo que las cosas sucedan con otras chicas.

Pásatelo bien y disfruta, que para eso estamos aquí, no para meternos en monoítis que no nos van a llevar a ninguna parte.

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