Cómo ligar en Filipinas (todos los detalles del viaje de mi vida)
Hoy quiero compartir contigo el artículo que nos ha enviado Guillermo, un lector del blog. Bueno, más que un artículo es casi un eBook en el que nos detalla su viaje a Filipinas de principio a fin.
Si nos sigues desde hace tiempo, ya sabrás que aquí, cuando hablamos sobre viajes, solemos centrarnos en el tema principal y no solemos hacer referencias a las diferentes opciones turísticas que presenta cada lugar.
Pensamos que para eso ya hay cientos de blogs y el que esté interesado, ya sabe cómo usar Google.
Sin embargo, este artículo nos ha encantado, y es que Filipinas es conocido como uno de los mayores paraísos del mundo para el hombre promedio o del montón occidental, por lo que estoy seguro que te resultará interesante conocer cada uno de los detalles que Guillermo nos cuenta sobre su viaje.
Te dejo con él…
Un español de vacaciones en Filipinas
Estuve recientemente en Filipinas durante 20 días. Recorrí el país de oeste a este, y aunque hice visitas a muchos lugares en diferentes islas, mis paradas principales fueron tres: Las islas de Palawan, Cebú y Siargao.
Sobre mí decir que el mes que viene cumplo 30 años, soy alto, de piel blanca y pelo más o menos rubio. Mi situación en España con las mujeres se caracteriza principalmente por tener altibajos. A veces tengo buenas rachas y otras veces épocas de sequía. Soy bastante tímido a la hora de ligar.
En Tinder, a pesar de que personalmente pienso que tengo buenas fotos, no tengo demasiada actividad, aunque también es cierto que soy bastante selectivo. No soy un feaco al que las mujeres rechazan con cara de asco, pero tampoco soy un guaperas con caraza al que las tías se le regalan para follar.
Decir también que este viaje podría ser el mejor que he hecho en mi vida, por muchos motivos tales como los sitios impresionantes en los que estuve, la naturaleza exuberante que pude conocer, las actividades que realicé, las aventuras que viví, la gente que conocí y sí, también la cosa con las mujeres me fue muy bien.
La verdad que es un viaje que animo a todos a hacer porque la verdad que fue espectacular. Contaré un poco de todo para que aquellos a los que les interese conocer el país se decidan a hacerlo.
El primer contacto que tuve con las mujeres filipinas fue a través de Tinder, me puse a deslizar en Manila y Cebú (las dos ciudades en las que estuve) y la cosa fue muy bien. Fácilmente tuve 200 chicas interesadas en mí en cada ciudad. El hecho de ser yo alguien exótico en ese país por mi aspecto marca la diferencia.
Cuando llegué a Manila, cogí un taxi al hostal donde haría noche, y nada más llegar había un grupito de chicos y una chica filipina de unos 25 años que debía tener las tetas más grandes de Asia.
Mi amigo y yo dejamos las mochilas en nuestra habitación, y bajamos a socializar con aquel grupito. Tras un par cervezas convencimos a la chica y a un amigo suyo filipino de que nos llevasen a conocer un poco la zona de fiesta de la ciudad que, dicho sea de paso, es una puta locura tanto en el mejor como en el peor sentido de la palabra.
Para no dar muchas vueltas iré directo a lo importante: después de la noche de fiesta la chica tetuda y yo acabamos follando en el baño del hostal por la noche y en la cama de mi habitación compartida por la mañana (casi pierdo el avión a Puerto Princesa xD).
Por lo que mi llegada al país empezó con buen pie.
¿Sexo con dos mujeres en menos de 24 horas?
Al día siguiente, mi amigo y yo volvimos a triunfar, nos quedamos en un hotel que estaba muy bien, y utilizando el Tinder, él quedó con una chica que se vino directamente al hotel. Yo en cambio quedé con una chica con la que llevaba varios días hablando, pues la había conocido estando aún en España y habíamos tenido varias conversaciones.
Yo ya tenía claro que yo a ella le gustaba. Esta chica físicamente era bajita, no mediría más de 1,55, delgadita, aunque con curvas donde a mí me gusta que las haya. Tenía una cara muy linda, con rasgos puramente asiáticos (en Filipinas hay mucho mestizaje).
Estuvimos en un bar con un grupo de gente, teniendo bastante contacto físico, pero con una conversación totalmente normal.
En un momento dado, casi sin venir a cuento le dije: “¿Vamos a mi hotel?” y ella aceptó encantada. Así que, en menos de 24h en Filipinas ya había tenido sexo con dos mujeres.
Tras la noche en Puerto Princesa, estuve 3 noches en El Nido, un lugar precioso en el que hice actividades relacionadas con la naturaleza que me encantaron.
El sitio está lleno de turistas, una pena porque pasará en pocos años de ser un sitio prácticamente virgen a uno completamente masificado con el deterioro que eso conlleva.
Las mejores cosas que hicimos allí fueron un tour en barco que te iba llevando a varias islas en las que había lugares idílicos para el buceo así como playas espectaculares de arena dorada y agua cristalina como las del “huyamos juntos” .
Otra de las cosas épicas que hice en el Nido, cuando mi amigo estaba enfermo, fue escalar al Monte Taraw (180m) desde el que había unas vistas impresionantes de toda la bahía de El Nido. Sin duda fue de las mejores cosas que hice en todo el viaje. Fotones.
Al llegar al suelo de nuevo, me pegué un baño en el mar con una cervecita que han sido de los que más he disfrutado en mi vida.
Después de esos días, volvimos a coger un vuelo a Cebú, la otra ciudad grande que visitamos.
Allí, nada más llegar, quedé con otra chica que había conocido por Tinder. Llevaba un par de semanas hablando con ella, por lo que teníamos cierta confianza y se vino directamente a mi hotel en taxi. Esta chica era morenita, de rasgos mestizos, podría parecer española tranquilamente, de 1,60 de altura aprox. y con una cara muy linda.
En esos días pudimos hacer un par de excursiones guapas, como nadar con tiburones ballena en Oslob. Espectacular nadar al lado de esos gigantes, aunque la masificación turística del sitio y la explotación a la que los animales son sometidos allí me pareció repugnante.
Total, que esperábamos una experiencia salvaje y nos encontramos con Disneylandia.
Esa noche, al volver a Cebú, quedé con una chica del Tinder que, para mi sorpresa, estaba allí con otra amiga. No era lo que esperaba para nada, pero decidí adaptarme a la situación. Además, la amiga estaba buena también. Estuvimos en ese bar bebiéndonos unas copas.
Ellas me llevaban unas cuantas de ventaja cuando llegué, pues se habían pedido una botella de ron filipino llamado Tanduay y ya les quedaba menos de un tercio. Allí en ese bar hablamos, nos echamos unas risas, jugamos a juegos típicos de beber y lo pasamos bien.
Después fuimos a otro sitio, al aire libre, pude comprobar que era de los lugares preferidos de los filipinos para socializar, porque acabé yendo allí un par de veces más. La cosa se enfriaba por momentos, y encima apareció otro tío por allí, americano si no recuerdo mal, que se sentó al lado de la chica con la que yo había quedado en principio.
Parecían conocerse ya de antes, así que me centré en la otra. La cosa parecía que iba bien. Cuando la chica con la que yo estaba hablando (la amiga de la que había quedado conmigo en principio) fue al baño, la otra me enseñó la pantalla de su móvil, donde había escrito “A mi amiga le encantas”. Así como si tuviéramos 15 años.
Me hizo gracia pero fue el empujón que me hacía falta porque como dije antes, la cosa había empeorado entre el primer y segundo bar. Total que nos estuvimos enrollando un rato y fuimos a un tercer bar.
Ya era tarde y yo al día siguiente tenía planeada otra excursión con mi amigo y tenía que madrugar. Así que le propuse a la chica irnos a mi hotel. Me dijo que sí quería, pero que también quería esperar a que su amiga se fuera (con el otro tío o no), porque le parecía mal dejarla sola.
No sé si la chica realmente tenía intención de venirse conmigo o si por el contrario estaba jugando, pero yo no estaba dispuesto a seguir esperando. Le dije que yo me iba, que estaba cansado y que no estaba a gusto allí más tiempo. Intentó convencerme para que me quedara pero la decisión estaba tomada, me despedí de ella, haciéndole ver que estaba un poco decepcionado, de los otros dos y salí a la calle a coger un Uber.
A la mañana siguiente tenía un whatsapp de la chica diciéndome que lo sentía mucho pero que estaba muy borracha la noche anterior. No supe muy bien cómo interpretar ese mensaje…
La excursión que mi amigo y yo teníamos planeada para ese día era a Bohol, una isla relativamente pequeña pero muy bonita para visitar.
Fuimos con nuestras motos hasta las “Chocolate Hills”, un paisaje muy curioso que está compuesto por unas mil montañitas no muy altas cubiertas de vegetación.
¿Todas las filipinas siempre borrachas a mi costa? xD
Esa noche tuve una cita bastante putamierda con una chica del Tinder. Quedé con ella en un bar que estaba muy guapo, el segundo bar al que había ido la noche anterior, en plan chill out pero al aire libre.
Cuando llegué a eso de las 9 de la noche me la encuentro a ella, una tía que estaba súper buena, bajita, morena de piel y cabello, con curvas por todos lados y una cara exótica muy bonita con labios grandes.
Pues la tía estaba borracha como una cuba jajaja. Se ve que ella llevaba un ratazo antes que yo allí pidiéndose vinos como si no hubiera mañana. Empezamos a hablar un poco, contacto físico, risas, parecía que todo bien.
Yo sinceramente no sé todavía qué cojones fue lo que ocurrió, pero de repente la tía empezó a estar más pendiente de su móvil que de la cita y empezó a responderme con monosílabos. Se enfrió la cosa.
A pesar de que le hice ver que me molestaba eso, la tía seguía a lo suyo, hasta el punto de que le dije que me iba. Entonces ella cambió su actitud, me pidió disculpas y empezó a contarme su vida, sus problemas, y por qué iba borracha a las 9 de la noche. La escuché un rato por educación, empaticé con ella e incluso sentí cierta lástima por las cosas que me contó, pero obviamente yo no estaba allí para ejercer de terapeuta.
La cita se había ido a la mierda y sentí que era difícil revertir la situación, así que decidí irme.
Pero lo más gracioso de todo es que antes de irme, ella me dijo que quería ir al baño y que la esperase para irnos juntos. Pues bien, se ve que la tía aprovechó para pedir la cuenta en ese momento, y cuando volvió del baño me la planta en la mesa con una amplia sonrisa.
Me quedo mirándola sarcásticamente y le digo “¿Acaso crees que yo voy a pagar la cuenta?” ella se quedó en shock y dijo “Oh…ok, ok”. Entonces sacó la calculadora del móvil para hacer las cuentas. Lo mío eran 3 o 4 euros de unas cervezas y lo de ella veintipico, para que os hagáis una idea del rato que llevaba empinando el codo antes de que yo llegara. Y eso que beber en Filipinas es baratísimo.
La chica se despidió de mí de malas maneras después de eso jajaja. Supongo que allí es habitual que los extranjeros paguen las cuentas en las citas que tienen con las locales. Si yo hubiera tenido una cita de puta madre que hubiese acabado bien, seguro que no me hubiera importado pagar, pero después de cómo habían ido las cosas ni de coña.
Al día siguiente hicimos otra cosa de verdad totalmente espectacular y 10000% recomendable: El canyoneering en Badian acabando en las Kawasan Falls.
Queríamos hacer todas esas actividades entre semana porque habíamos escuchado que la fiesta en Cebú los fines de semana era una puta locura, así que queríamos comprobarlo desde el jueves.
Pues bien, resulta que llego allí con mi amigo, pero el sitio estaba medio vacío, supongo que por ser jueves. Sin embargo al ratito apareció la chica con la que estuve nada más llegar a Cebú, que acababa de salir de trabajar (en un casino online, me hizo gracia) con su grupo de amigos, compuesto por chicas y ladyboys xD.
Estuvimos un rato con ellos y me volví a ir con ella a casa.
Yo había quedado en verme con otra chica de Tinder, de 25 años, alta, bastante mona, blanquita, rasgos asiáticos. Borracha como una cuba también cuando nos conocimos en persona.
Yo no sé qué es lo que pasa en Filipinas, no conocí absolutamente a nadie que no bebiera xDD.
Noches muy locas con compañeros inesperados
Cuál fue mi sorpresa, que al llegar allí y estar un rato con su grupo de amigos, descubrí que yo no era el único tío de Tinder con el que había quedado esa noche jajajaja.
Sí, había quedado también con un alemán, el mismo día y a la misma hora, fue de locos, pero cuando él y yo nos dimos cuenta nos hizo mucha gracia, y al final fue lo mejor que nos pudo pasar porque hicimos muy buenas migas y resultó ser uno de los mejores amigos que me llevé del viaje.
Ocurrió una situación incómoda con una de las amigas de la chica con la que había quedado y nos largamos de allí a un bar que estaba por otra zona, mi amigo el alemán y yo.
Ese bar estaba lleno de lindas de 20 y pico años. Entramos, nos pedimos algo y nos sentamos en una mesa. Cuando fui a la barra a pedir, noté que la camarera, me miraba como a un guapo. Esta chica tenía 21 años, era alta, más bien blanquita de piel, con cara muy linda 100% asiática y un pelazo negro azabache que le llegaba hasta la cintura.
A esta chica mi amigo y yo la bautizamos como Pocahontas. Hablé un ratito con ella las 2 veces que fui a la barra, le pedí el número, nos despedimos y mi amigo el alemán y yo nos fuimos a una discoteca que nos habían recomendado.
Detrás de nosotros había un grupito de tres chicas jóvenes que nos miraban bastante. Decir que a los extranjeros, sobre todo blancos y altos es normal que nos miren mucho y sientan curiosidad, pues a pesar de que cada vez hay más turistas por aquellos lares, aún seguimos siendo exóticos.
Pues bien, llamé a una de esas chicas para que viniera a nuestra mesa. Al principio estaba dubitativa pero finalmente acabó viniendo.
Esta era bastante alta para ser filipina, tenía una cara muy linda, con labios grandes, el pelo rubio (probablemente teñido) y los ojos azules (lentillas seguro xD).
Cuando vino hablamos un ratito, le dije un par de tonterías que le hicieron gracia y sus amigas la llamaron para que volviera con ellas e irse a bailar. Así que quedé en verla más tarde.
Seguí con mis amigos hablando tranquilamente en la mesa y al ratito la rubia volvió a la mesa, y se puso a tontear conmigo.
Nos besamos.
Estuvimos un rato en mi mesa hablando, y un poco más tarde sus amigas querían irse. Así que aproveché para invitarla a quedarse conmigo y ella aceptó. Aguantamos un ratito más en la discoteca y ya nos fuimos a mi hotel.
El sábado por la noche nuestro grupo ya era oficialmente de tres personas, pues el alemán había congeniado muy bien con nosotros y lo adoptamos en nuestro grupo. Después de cenar fuimos al bar donde trabajaba Pocahontas a tomarnos un par de copas.
Me recibió con una gran sonrisa, parecía encantada de volver a verme.
Mientras estábamos en la mesa los tres bebiendo y hablando, Pocahontas salió de la barra y vino a donde estábamos nosotros. Se puso a hablar conmigo y me dejó muy claro que estaba interesada en mí, de una forma tan contundente que me pareció mosqueante.
Yo me sentí un poco cohibido, y le dije algo que a lo mejor fue un error, pero quería dejarle las cosas claras para que no hubiera lugar a confusiones. Le dije que a mí ella también me agradaba, pero que bajo ningún concepto estaba dispuesto a pagar por acostarme con ella.
Ella se ofendió y me dijo que ella no era una chica “a la que se pudiese conseguir pagando”. Le dije que muy bien, y que podíamos vernos cuando ella saliera de trabajar. A pesar de su reacción negativa inicial parecía que había remontado la situación y nos despedimos en plan guay cuando mis amigos y yo nos fuimos a la discoteca a la que íbamos a salir.
¿Sabéis quién estaba en la cola del club? La tía buena morenita a la que le hice de psicólogo que me confundió con un cajero automático. Estaba allí con un par de amigas que también estaban muy buenas. Nos cruzamos y se hizo la loca como era de esperar.
Mis amigos y yo entramos a la discoteca. Íbamos a pedirnos una copa a la barra, cuando un RR.PP. se dirigió a nosotros preguntándonos si queríamos coger una botella. No le hicimos mucho caso al principio, pero después pensamos que podía ser rentable comprarla, por no hablar de la comodidad que supone estar en un reservado.
Cuando miramos la lista de precios nos llevamos una grata sorpresa: El reservado con una botella de Johnnie Walker Black Label con todos los refrescos incluidos costaba….33€.
Primero nos frotamos los ojos porque no nos lo creíamos, después comprobamos no habernos equivocado al convertir el precio en pesos a euros y finalmente nos pusimos muy contentos, porque la noche pintaba mejor aún si cabe, ya con nuestro reservado y nuestra botella.
Como peces en el agua en el reservado
Decir que tres tíos altos, blancos y rubios en una discoteca de una ciudad filipina en la que no hay excesivo turismo, tienen muchas posibilidades de convertirse en el centro de atención. Y eso fue lo que nos pasó a nosotros.
Mucha gente que estaba en los reservados de alrededor empezó a sentir curiosidad por nosotros y venían a hablarnos y a beberse una copa con nosotros. Empezamos a hablar con muchísimas personas desconocidas, así que el tamaño del grupo fue aumentando.
Estábamos en nuestra salsa.
Veo que la tía buena morenita y sus amigas están en una barra en frente de nuestro reservado y miran continuamente hacia nosotros. Sigo a mi rollo, me lo estoy pasando de puta madre, echándome muchas risas con la gente allí.
Serían las 4AM más o menos, cuando Pocahontas me escribió para decirme que acababa de salir de trabajar y que quería verme.
Decidí despedirme de todos y acabar la noche con Pocahontas. Se quedó a dormir conmigo.
Al día siguiente me despedí de Cebú casi que con lágrimas en los ojos. Me llevaba muchas aventuras y experiencias vividas, un par de amigos nuevos, grandes ratos, muchas risas…un sinfín de recuerdos que quedarán conmigo para siempre.
Me encantará volver allí dentro de un tiempo. A todo el país en general, porque he de decir que cada vez que decidíamos hacer una cosa, había otras que teníamos que descartar por falta de tiempo. Fueron duras decisiones. Coste de oportunidad.
¡Un saludo a todos!
La Técnica Secreta Que Me Permitió
Conseguir Cientos de Matches en Tinder
Video GRATIS te muestra la técnica del "Cambiazo" que me permitió obtener más de 100 matches en menos de 60 minutos