Cómo lidiar con los comportamientos de mierda (y conseguir que haya final feliz)
Hoy voy a contarte una historia de la que vas a aprender dos lecciones muy importantes.
Todo ocurrió en Madrid hace un par de años, cuando conocí por Tinder a una chica extranjera que justo acababa de aterrizar en España.
Ella en aquel entonces tenía 20 años recién cumplidos (13 menos que yo) y era, para mi gusto, increíblemente atractiva. Si hablamos solamente del físico, posiblemente sea una de las tres chicas que más me hayan gustado nunca.
Y tengo que reconocerlo, tuve la oportunidad de conocerla por pura suerte. En aquella época al no existir todavía el Tinder plus (o si ya existía, no era demasiado popular), la mayoría de guiris llegaban a España sin todavía saber que estaban aterrizando en el país del mundo con mayor superpoblación de guaperas regalados.
Entonces, claro, si tenías la suerte de tener un match con un pibón que acababa de llegar, tus opciones de ligar con ella antes de que descubriera la situación en la que vivimos eran más que reales.
Pues bien, como te decía, tuvimos un match nada más ella aterrizó y le propuse tener una cita esa misma noche.
Nuestra primera cita
Cuando la vi aparecer casi no me lo podía creer, parecía una princesita con su vestidito de verano. Fue una de esas veces en las que nada más verla llegué a pensar que “ni de coña” iba a haber final feliz.
Y alguno al leer esto pensará que eso es inseguridad por mi parte, pero no lo es, es realismo.
Porque luego yo en la cita seguí actuando de la manera correcta, mostrando una total y absoluta seguridad en todo lo que hacía o decía. Lo que pasa es que cuando ella está 7 ligas por encima de la tuya, por muy bien que lo hagas, las probabilidades de éxito no son demasiado altas.
Pero hubo final feliz.
Tuvimos sexo (un sexo de puta madre), pasamos la noche juntos y a partir de ahí, empezamos a vernos de una manera muy habitual.
La falta de respeto
Tanto ella como yo estábamos quedando con otras personas y con eso no teníamos ningún problema, ya que los dos nos respetábamos el uno al otro. Sin embargo, un día en el que habíamos quedado a las 9 de la noche para ir a cenar, a las 9:15 me envió un mensaje.
Me dijo “No voy a ir, estoy con otro chico”.
WTF!!??
O sea, no solo es que me cancelara la cita cuando yo ya estaba esperando en el lugar en el que habíamos quedado, sino que además, tuvo los cojones de decirme que el motivo era que estaba con otro tío.
Y sí, puede que ahora mismo estés pensando que lo que ocurrió fue motivo suficiente como para mandarla al carajo, pero como ya te he dicho, ella me gustaba especialmente.
A la semana siguiente ella me volvió a escribir, cosa que tampoco me sorprendió, por cierto. El sexo entre nosotros era la hostia.
Me reguntó qué tal, le dije que bien, y luego le dije lo siguiente…
Como puedes observar, le dije que NO iba a llevarla a cenar, que NO iba a volver a esperarla en la calle, que si quería verme, tenía que ser ella la que tendría que venir a mi casa, a cenar o después de cenar.
Ella insistió en que quería que la llevara a cenar fuera (pagando yo, claro), pero yo no iba a pasar por el aro.
Entonces ella dijo “mmmh ok… no estoy segura de si voy a poder seguir haciendo esto” o lo que es lo mismo, insinuó que si no la llevaba a cenar, nuestra relación había terminado.
¿Qué habrías hecho tú en esta situación?
Estoy convencido de que la mayoría de hombres, en una situación como ésta, habrían pasado por el aro y en el momento ella amenazó con terminar la relación, se habrían rebajado y hubieran dicho “venga va, vamos a cenar…”.
Y el colmo es que incluso los habría que hasta le habrían pedido perdón.
Pero tenlo claro, rebajarse de esa manera ante un comportamiento de mierda (y te recuerdo que ella me dejó tirado en la calle por ir a follarse a otro), lo que subcomunica es sumisión, necesidad y falta de opciones.
Te aseguro que si yo hubiera cedido y la hubiera llevado a cenar, quizás esa misma noche no, pero muy pronto nuestra relación habría terminado.
Las faltas de respeto habrían ido a más, lo cual le habría indicado que el tío con el que se estaba acostando era un perdedor necesitado y sin opciones.
Y supongo que ya lo sabes, ninguna mujer del mundo va a desear salir con un hombre al que puede pisotear cuando le venga en gana… pero es que si además, ella tiene 20 años y físicamente es espectacular, vamos, es que ni de coña.
Entonces, ¿quieres saber qué fue lo que hice al recibir su mensaje de mierda?
NADA.
Ni siquiera le respondí.
Cuando ella insinuó que si no la llevaba a cenar habíamos terminado, la dejé en visto y me guardé el móvil en el bolsillo.
Los hombres de estatus no toleran comportamientos de mierda
Me imagino lo que le debió sorprender el hecho de que yo no empezara a arrastrarme como un gusano… y cómo eso mismo fue lo que hizo que se diera cuenta de que quizás yo era un hombre mucho más atractivo de lo que le había parecido en un principio.
Y entonces, la que empezó a sentir miedo a perderme fue ella.
Al día siguiente me volvió a enviar un mensaje. En él simplemente me dijo “quiero verte”. Fíjate al final de la captura:
Yo, una vez más, insistí en que no la iba a llevar a cenar y que si quería verme, tenía que venir directamente a mi casa. Ella respondió que ok, que ella compraría la cena y que la traería para que cenáramos juntos.
Fue la primera vez que ella me invitó a mí.
Y no voy a darte más detalles, solo que la noche fue maravillosa, tanto que al día siguiente, ella me escribió esto:
Pasamos de “no sé si quiero seguir viéndote” a casi al amor.
A partir de aquello nuestra relación fue muy diferente, ella nunca más me volvió a faltar al respeto y estuvimos saliendo juntos hasta que terminó su programa de estudios y volvió a su país.
Conclusión
Al inicio del artículo te dije que hoy ibas a aprender dos importantes lecciones. La primera de ellas creo que es obvia, y es que para que una mujer pueda sentirse atraída por ti, debe respetarte.
Por eso, en el momento ella te falta al respeto y tú respondes arrastrándote, FIN.
Supongo que en tu familia te enseñaron que es muy importante que respetes a todas las personas, tanto a hombres como a mujeres, y estoy de acuerdo. Pero una cosa te voy a decir, mucho más importante que eso es que te respetes a ti mismo y que no te dejes pisotear por nadie.
Lo que te acabo de contar fue algo muy concreto que solo me ha sucedido una vez en la vida. Sin embargo, hay ciertas faltas de respeto que son bastante comunes y debes estar preparado para saber cómo reaccionar ante ellas.
Y no te preocupes, que pronto podrás leer todo sobre cómo enfrentar los comportamientos de mierda en nuestro nuevo libro.
La segunda lección de este artículo no es tan evidente, es mucho más sutil, pero si te fijas, lo vas a ver todo muy claro. Se trata sobre la importancia de aprender cómo dar placer sexual a una mujer.
No hace falta estudiar para poder disfrutar del sexo, sino que es algo que todos podemos hacer de manera instintiva. Pero quizás lo que no sepas es que hay cosas que puedes aprender sobre el funcionamiento del cuerpo de una mujer, que harán que ella disfrute contigo como nunca.
Y si haces eso, ella no querrá dejarte ir, por mucho que luego descubra que en tu ciudad hay cientos de guapera regalados (que no son capaces de darle ni una décima parte del placer sexual que tú le diste).
Este es otro tema que iremos tocando de aquí en adelante. Todavía te queda mucho por descubrir.
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