Cinco años después de rechazarme me dice que quiere algo serio conmigo- (Capturas de Badoo)
Como de costumbre siempre que publicamos algo que no se ajusta a los gustos de los fanáticos de la dictadura de la corrección política, tenemos que empezar con disclaimers.
Hemos de recordar que existen multitud de foros en los que las mujeres hablan de sus cosas de manera abierta y sin censura, lo cual está genial, por supuesto, y que concretamente hay un portal web femenino que tiene 1 millón de visitas al mes en el que todos los días las mujeres cuentan anécdotas de sus citas follando con guaperas de Tinder.
En esos relatos las chicas suelen hacer risas de pollitas pequeñas, de gatillazos, de los gustos sexuales poco convencionales de los tíos con los que follan, y nunca nadie se molesta.
Por lo tanto, sería de esperar que si los hombres habláramos abiertamente de nuestras cosas, nadie se molestara, ¿verdad?
¿Verdad?
Bueno, pues dicho esto, vamos a empezar.
Hace ya casi seis años, cuando David y yo empezamos con los experimentos en las app’s para ligar online, una de las primeras cosas que quisimos hacer fue averiguar hasta qué punto el mercado sexual se estaba yendo al carajo, y para ello nos inventamos un pequeño juego.
El juego consistía en competir por ver quién de los dos era rechazado por la chica con la belleza menos normativa. La única regla que había en este juego era que no se podían usar estrategias ni abridores creativos para crear curiosidad, o sea que solo podíamos tener una conversación estándar típica de tío promedio de una app y decirle a la chica que estábamos interesados en ella, a ver cómo respondía.
El duelo estuvo muy reñido, los dos fuimos rechazados por altos cargos del consejo de administración de Mordor, pero finalmente gané yo con la chica protagonista de esta historia. Lástima que no pueda compartir contigo una descripción física, como cuando las chicas hacen risas de pollitas pequeñas o de pollas que no funcionan, pero ya se sabe, los hombres no tenemos libertad de expresión.
Lo que sí puedo compartir contigo es nuestra conversación, fue así…
La chica, vamos a llamarle María, después de eso no me volvió a responder más, pero sí me dio acceso a sus fotos privadas de Badoo, fotos en las que aparecía totalmente desnuda y que, de nuevo, es una pena que no pueda describirte, pero madre del LOL.
Como te imaginarás, esa carpeta de fotos privadas era el as que María guardaba en la manga para conseguir sexo con guaperas regalados.
Pero ya sabes, los guaperas del +1 diario, que ya los había por aquella época, son capaces de tener sexo con cualquier chica, siempre que sea quedar directamente para follar, con discreción y luego tirar la bomba de humo y desaparecer, y claro, a María llegó un momento en el que le apeteció algo más que un polvo de 2 minutos y luego nada, y ahí fue cuando se acordó del feaco aquel que rechazó.
Cinco años después fue ella la que me abrió conversación de nuevo, y la cosa fue así:
Pues ya ves, cinco años después me escribió preguntándome si quiero algo serio con ella. Claro, después de cinco años de follar y bomba de humo con guaperas de Badoo, se acordó de mí, del hombre promedio o del montón que, ahora, con 35 años, sí le cuadra como beta proveedor.
Porque eso sí, conmigo solo relación seria, porque ella la época del sexo casual ya la ha pasado. Ahora busca algo más. Y he de recordarte que esta chica fue la que me dio el premio en el torneo de “a ver quién es rechazado por la chica de belleza menos normativa”.
Vamos, una oferta irrechazable.
La realidad del mercado sexual es dura, tanto para hombres como para mujeres
Sobre este tema ya hemos hablado varias veces en el blog, pero vale la pena recordarlo de vez en cuando para que a nadie se le olvide, y también para que los nuevos que vayan llegando y se queden por aquí, lo tengan muy en cuenta.
Hace poco vi una captura de un tweet que explica muy bien el funcionamiento del mercado sexual. Te lo pongo a continuación y luego te lo traduzco:
Dice así…
“Los hombres maduros lo tienen más fácil que las mujeres maduras, las chicas jóvenes lo tienen más fácil que los chicos jóvenes.
La naturaleza es amable con las mujeres, pero el tiempo las odia. Para los hombres, la naturaleza es cruel, pero el tiempo es amable con ellos.
Para los hombres esto es una guerra de desgaste, para las mujeres esto es acerca de maximizar el retorno de su juventud”.
Tanto si eres un hombre como si eres una mujer, saber esto es muy importante.
El postmodernismo nos está tratando de engañar a todos, haciendo creer a las mujeres que pueden ir de guaperas en guaperas hasta los 35 años, y que luego podrán casarse con el más guaperas de todos. Y a los hombres les hace creer que siendo unos buenazo huelebragas acabarán atrayendo mujeres a su vida.
Ninguna de las dos cosas pasará.
Todos lo tenemos jodido en tiempos postmodernos, sobre todo si vivimos engañados por una sociedad que quiere que fracasemos en nuestras relaciones, pero cuando tomas la Red Pill, todo cambia.
Si eres un hombre promedio o del montón, cuando tomas la Red Pill, lo primero que piensas es, joder que puta mierda es todo si no eres un hombre de físico top. Pero luego te das cuenta de una cosa, y es que si eres un hombre promedio o del montón da igual a qué edad descubras la verdad, porque siempre vas a poder mejorar tu situación.
Un hombre promedio o del montón, da igual que tenga 35, 45 ó 55 años, que si se pone a trabajar en sí mismo de la manera correcta, va a pasar de la nada a poder tener una vida sexual y sentimental activa en muy poco tiempo.
En cambio, si eres una mujer a la que el postmodernismo ha engañado y te das cuenta de ello a los 35 años, no vas a tener tanta suerte.
Y esto no es que sea “sexista”. La naturaleza no es “sexista”, la naturaleza es la que es. Y si un chaval promedio o del montón se ha pasado desde los 16 hasta los 30 siendo un nuncafollista, es normal que para él mejorar sea fácil. En cambio, cualquier chica, sin importar cómo sea su físico, va a tener una juventud llena de atención y opciones, y si así lo desea, también de sexo con multitud de hombres de físico top…
Pero todo eso al llegar a los 30 empieza a desvanecerse, y antes o después acabará por desaparecer del todo.
Y así es como surgen las docenas de artículos de mujeres mayores de 30 años que se han dado cuenta de que por culpa del postmodernismo y de una juventud montadas en el carrusel de guaperas de Tinder, conseguir una relación con un hombre que cumpla con sus estándares se vuelve literalmente imposible.
Esto es solo una pequeña muestra:
«Mi sufrimiento en secreto: Más de 35, soltera y sin hijos», «Echo de menos los piropos», «Por qué estoy cansada del sexo casual», «Mis amigas y yo estamos solteras y sin hijos, y nos estamos quedando sin tiempo», «Los hombres ya no me piropean y odio que nuestra cultura haga que lo eche de menos», «Los treinta y tantos: un semillero de angustia para las mujeres solteras»…
Insisto, todos estos artículos han sido escritos y publicados por mujeres de más de 30 años que en algún momento descubrieron la verdad, y que por culpa de una sociedad postmoderna que las engañó, desaprovecharon sus mejores años junto a hombres que solo las querían para echarles un polvo y hasta luego, cosa que ha hecho que ahora no sean capaces de conformarse con hombres de su misma liga.
Creo que María, la chica de Badoo, ya está empezando a sospechar que hay algo que no encaja.
Conclusión
Seas un hombre o una mujer, no te dejes engañar por el postmodernismo.
Si eres una mujer, lo siento, pero el postmodernismo no me deja darte ninguna recomendación, ya que eso sería “sexista” y va en contra de las normas impuestas por la dictadura de la corrección política.
Pero si eres un hombre, deja ya de ser un buenazo o un huelebragas, porque así no vas a volver a ver a una mujer desnuda en tu vida (o no la vas a ver nunca, sin más).
Si quieres incrementar tu notoriedad en Tinder hazte con mi producto Tinder Hack:
La Técnica Secreta Que Me Permitió
Conseguir Cientos de Matches
Video GRATIS te muestra la técnica del "Cambiazo" que me permitió obtener más de 100 matches en menos de 60 minutos