Luigi Domenico

Así es cómo perdí la virginidad (¡POR FIN!)


Si eres seguidor habitual del blog, conocerás a Carlos, un chico de 22 años al que nunca le dio vergüenza reconocer que era virgen y que, desde el inicio de ComunidadRedPill ha publicado comentarios en todos los artículos del blog.

Si empezaras a leer sus comentarios desde nuestra primera publicación hace ya casi 6 meses, verías que Carlos ha pasado por las 5 fases de la Red Pill, incluyendo momentos de ira y depresión, pero no se rindió, llegó a la aceptación y con ello, los resultados.

Esta es la historia de cómo Carlos pudo por fin perder la virginidad y con ello, empezar a ser un hombre feliz a sus 22 años. Te dejo con él…


La historia de Carlos con la Red Pill

Os voy a contar cómo un tío normalucho de 22 años, chunguete, pobre, virgen, con poca vida social, con ansiedad social y que siempre se creyó la mierda de Hollywood de que para atraer mujeres hay que ser un chico bueno y cariñoso… ha podido por fin perder la virginidad.

¿Mi frase favorita?: «Si yo he podido tú también podrás.»

Es difícil que alguien haya estado peor que yo. Pero por fin logré mi gran objetivo.

Empezamos.


Todo empezó con una sesión de Skype con Luigi Domenico

Tuvimos una sesión en la que me explicó todo lo que debía hacer para alcanzar mi objetivo y me dijo que si le hacía caso, antes o después los resultados tenían que llegar.

Y así lo hice, me hice Tinder con su perfil mágico y en 24 horas tuve 75 matches. Prácticamente como una mujer. Bueno, de hecho tuve más matches que algunas mujeres y 15 de ellas o así me abrieron conversación y algunas diciéndome lo que les había encantado mi perfil 🙂

Vaya pasada! Es que literalmente no podría gestionar todos mis matches!!!! Tenía tantas chicas hablándome que me era imposible hablar con todas y tuve que rechazar a algunas (y no porque quisiera, sino por imposibilidad).

Ahora eso sí, reconozco que al principio me volvía un poco loco con tantas conversaciones, tanto que la primera semana abría hasta 10 conversaciones a la vez y no daba abasto y al final no me quedaba con ninguna.

Conseguí algún guasap, pero luego entre unas cosas y otras y que me despistaba, no logré ninguna cita.

Hasta que en 5 días conseguí una gran conversación perfecta con Lidia. Una chica española de mi edad y que me parecía muy riquiña y monina y me acabó fascinando por la conversación que tuvimos.


Cómo la cagué con Lidia

La conversación de Tinder y la logística del guasap fue genial y lo hice de puta madre, pero la acabé cagando por ser romántico y pasarme luego más de 2 horas en guasap diciendo cosas como: «Te mimaría mucho y te abrazaría ahora mismo.»

Me mostré como un pringao y necesitado y siendo romántico.


Y es que ella me iba diciendo cosas como: «Te abrazaría ahora mismo» o «Te como la cara«, y ahí yo estaba tan enormemente necesitado de cariño que no pude resistirme a ese encanto de mujer y le respondí de manera muy cariñosa.

Mi gran error, como bien me dijo Luigi, fue el de seguir comportándome como un pringao de Hollywood y no ir rápido a por la cita. Fui un hombre de bajo estatus y la hablé todo el rato y siguiendo con las chorradas y las cosas bonitas y hasta llegó un punto que acabé confesando que tenía mucho miedo de perderla.

Ahí se acabó todo. Ella se aburrió y me puso excusas para no quedar y adiós.


Si el día en el que hablamos por guasap la primera vez, en el momento en el que ella se quedó fascinada conmigo y sintió mariposas… yo le hubiera cortado en el mejor momento y le hubiera dicho que la tenía que dejar pero que podríamos continuar con la conversación al día siguiente tomando unas cervezas… ¿Qué crees que habría pasado?

Quizás ahora mismo tendría una novia española de mi edad muy riquiña con coche, un chalet con piscina y una vida súper interesante.

Pero la cagué por no seguir el guión, por culpa del puto miedo a perder y por sentir una fascinación brutal incontrolable. Luigi me puso las pilas jeje.

Consejo: Cuando a una chica le fascine hablar contigo, habla 1 hora, no seas romántico, haz tira y afloja, y córtala en el mejor momento y propónle una cita.


Mi primera cita con una chica de Tinder

Bueno, fue un golpe durísimo de estar varios días llorando y sin ganas de nada, hasta que Luigi me dijo que era monoítis y doy fe de ello. Seguí hablando con más chicas y conocí a una chica gallega. Hice extremadamente bien las cosas en Tinder y en guasap. Todo fue genial.


Hasta que llegó la cita. La llevé al sitio ideal de cócteles y la tía muy guay y no me ponía pegas ni nada y parecía muy contenta y sonriente y no huyó al verme en persona. Pero por ser mi primera cita estuve muy puta mierda ahí, acojonadísimo, con ansiedad, y no la besé.

En mi cabeza incluso pensaba que si me acercaba a su boca a besarla me daría una hostia y tenía mucho miedo de que me humillara en público, así que no intenté besarla y casi ni hubo contacto físico. Cuando me despedí en el metro ya no volví a saber nada más de ella nunca jamás.

Y es que si no te muestras como un hombre sexual que va a por el beso y a por lo que quiere, van a pensar que eres un nuncafollista sin polla, y en cuanto te perciben así, FIN.

Consejo: Como diría Alec Baldwin: SIEMPRE ESTAR CERRANDO. Si no hay beso en la primera cita no hay NADA. Punto.

Y bueno, ahora viene lo más interesante sin duda. Unas semanas después cojo el móvil y conozco a otra chica española, y más mayor que yo.


La chica con la que perdí mi virginidad

El mismo procedimiento de siempre, 50 minutos hablando por Tinder y la chica accede a darme el guasap. Aquí debo reconocer que la cagué un poco por guasap, ya que me tiré hablando una semana y media y llegó un momento que hablábamos todas las noches hasta 3 horas seguidas, y esto no es para nada recomendable.

Pero me mostré muy diferente y al final conseguí que tuviéramos nuestra primera cita.

Fue un sábado a las 5 de la tarde, en un local de cachimbas y cócteles y sofás, y llevaba mi camisa negra de siempre por fuera (aunque a Luigi no le guste)… Cagaba vinagre y la primera media hora no la toqué nada y estuve nervioso. Hablábamos sólo de temas lógicos y aburridos.

Casi al final, justo después de que me dijera: «¿Nos vamos ya?» le dije que un poquito más, empecé a meter un poco de contacto físico y llegó un momento que me quedé en plan: «Tengo que hacerlo», así que no sé cómo saqué las fuerzas, pero la toqué el pelo y el cuello, me lancé a su boca con dos cojones a darle un besito y ella me comió la boca.

Y soltó luego algo en plan: «Qué bien que haya pasado esto!» muy contenta.

Y ya nos fuimos caminando a un parque y toda la tarde de besos, que ni contestaba a su mejor amiga los mensajes.

En la segunda cita también me la llevé a un parque a besarnos y a dar una vuelta por Madrid y me permití el lujo de ir con deportivas y camiseta. Se quedó con ganas de sexo, pero yo la verdad, no quería invertir dinero en un hotel. Pero tampoco pasó nada negativo, todo lo contrario.

Le gustó tanto el paseo y los sitios tan bonitos por los que la llevé y se lo pasó tan bien que quería repetir, y encima con ganas de sexo.

Lo más notable fue que yo le dije con chulería que solo busco divertirme y que el amor no me gusta y aunque parezca paradójico, eso la hizo más adicta a mí.


En la tercera cita fuimos a su casa y ahí fue donde ocurrió…

En la tercera cita me llevó a su casa para tener sexo. Tratándome como un rey, dándome de comer, me dio masajes, me trajo un vaso de leche a la camita, nos duchamos juntos, muchas risas, besos, caricias, nos metimos mano y tuvimos sexo en su cama.

Y a partir de ahí la tía deseando que de nuevo volviese a su casa para follar. Hasta cuatro veces me habló para decirme que volviera a su casa. Y volví pronto para más risas, besos, caricias y sexo.

Me lo pasé muy bien y dejé de ser virgen para siempre con una chica española que me adora.


¿Qué es lo más importante que saco de todo esto?

He descubierto lo importante que es la MASCULINIDAD, demostrar que NO TIENES MIEDO A PERDER y que te la suda el resultado. Y lo importante que es IR A POR EL BESO EN LA PRIMERA CITA.

A pesar de cometer 1000 errores en la cita (aunque no graves), esta chica estuvo encantada conmigo gracias a esos rasgos de comportamiento de HOMBRE DE ESTATUS. Si sabes llevarlos a la práctica, el estatus es muy atractivo y puede hacer maravillas en cualquier hombre.

Desde el primer momento sabía que me tenía que comportar como un HOMBRE y no como un pringao de anuncio de Meetic que la lleva a un restaurante a sentarse uno enfrente del otro y se comporta como un pringao que se hace llamar caballero (y que le invita a TODO pensando que eso le va a llevar a algún sitio) y la tía todo el rato pensando: «Madre mía, menudo pringao.»

Yo de primeras puedo parecer un tío chunguete nuncafollista, pero mi comportamiento de hombre masculino, sexual, y mentalidad de no tener miedo a perder hicieron que la cita fuera un éxito.
Conclusión

La verdad es que, con la ayuda de Luigi, con tan solo hacer unas pequeñas modificaciones en mis creencias y mis comportamientos he conseguido lograr el éxito. Ya no soy ni el chico bueno ni el chico tímido tontito ni el pringao del Meetic. Ahora persigo ser una mezcla entre Rambo y Robert Downey Jr.

De verdad, el COMPORTAMIENTO puede elevar tu atractivo hasta las nubes a los ojos de las mujeres. Os lo digo muy en serio.

Cuando me mostraba como un chico bueno, romántico, cariñoso, fiel, que odia a los tíos que van a lo que van, que es muy correcto, timidillo, que siempre quiere agradar… era virgen y no me tocaban ni con un palo. Siempre he notado que eso no es lo que funcionaba, pero no estuve seguro hasta que descubrí a Luigi.

Después de mi sesión de coaching por Skype con Luigi, he tenido cientos de matches en Tinder, me he mostrado como un HOMBRE que va a por lo que quiere, que disfruta del sexo y lo demuestra abiertamente… y ha funcionado.

Ahora, gracias a todo esto tengo una tía que está encantada conmigo, que está siempre detrás de mí y que me quitó la virginidad.

Enorme Luigi, un abrazo tio.

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