Luigi Domenico

ACIERTOS de Estatus que harán que puedas LIGAR (y tener sexo)- Tema shit tests


Si eres un habitual del blog, recordarás la historia de Manuel, un chico español de 30 años que vive en una pequeña ciudad de Holanda y que, recién descubierta la Red Pill, conoció a una chica con la que no pudo haber final feliz por culpa de algunos errores de estatus que cometió.

Si quieres revisar aquella historia, la tienes aquí.

Unas pocas semanas más tarde, ya con nuestro libro leído y con la Red Pill bien digerida, Manuel nos envía una nueva historia, y con ella inauguramos esta nueva sección de ACIERTOS de estatus que harán que puedas ligar y conseguir un final feliz para los dos.

Hoy concretamente el tema va de shit tests, que por si eres nuevo y todavía no lo sabes, son los tests con los que las mujeres nos ponen a prueba cuando intentamos ligar con ellas.

Te dejo a continuación con Manuel y su historia, y luego la comentamos y seguimos hablando sobre shit tests.


La historia y los aciertos de Manuel

Yendo al grano, tuve una cita con una chica de mi liga o incluso más, fui a por el beso mientras estábamos sentados en unos sofacitos de una terraza, pero claro, no todo iba a ser bonito en esta historia. Ella me hizo una cobra de aquí a mañana. Y ahora empieza lo interesante…


SHIT TEST Nº1 (Las primeras cobras)

Mi reacción instantánea ante la cobra fue reírme sutilmente mirando hacia el cielo y decir algo así como… «ay ay ay, así que hoy has decidido ser una chica mala…» e inmediatamente cambiar de tema.

Eso sí, en ningún momento separé mi hombro de ella ni la distancia. El caso es que ella no paraba de mirarme a los labios, entonces yo aprovechaba para recordarle de vez en cuando que si me seguía mirando así, le iba a besar nuevamente. Pues eso fue lo que hice y… otra cobra.

Esta vez en lugar de mirar hacia arriba, me acerqué a la mejilla, le di un beso y dije algo como… «eres mucho más mala de lo que yo pensaba…«.


SHIT TEST Nº2 (Preguntas de estatus)

Nos vamos a jugar unas partidas de billar. Yo llevo compitiendo y jugando al billar desde hace 12 años y soy bastante bueno, por lo tanto, aunque no lo creáis, para mí es de ayuda a la hora de tener contacto físico. Le enseño como colocar las piernas, como apuntar… y claro, si la cita ha ido bien, pues ya os imagináis el sutil contacto físico.

Y pues cuando tiro yo, me luzco con alguna floritura para que ella lo flipe un poco, jaja. El caso es que mientras nos fumábamos un cigarro en la terraza, le vuelvo a entrar y me vuelve a hacer la tercera cobra. Pero esta vez, ella dice algo como…»¿no te frustra que no te bese?«.

Pues ahí me pilló desprevenido y al final opté por darle una respuesta muy metafórica (pero que funcionó). Entonces dije algo como… «¿Por qué me iba a frustrar? Si piensas que me siento rechazado, estás equivocada… en esta vida no hay rechazos, solo hay lecciones y aprendizajes. Además, sé perfectamente que no me estás rechazando, nos besaremos antes o después«.

Pues ante mi impresión, ella me besó después de esa frase.


SHIT TEST Nº3 (El cóctel mortal)

Después del beso, volvimos a jugar un par de partidas al billar y me dijo que estaba cansada. Le digo si quiere venir a mi casa y me dice que «sólo un rato«. Ya en mi casa, ella me entra directamente, con lo cual todo apuntaba bien. Sin embargo, todo se tuerce y cuando nos estamos liando en mi sofá me detiene cada vez que intento avanzar.

Y aquí viene el cóctel mortal.

Primero dice algo como…»yo necesito conocer más a la persona, si no pierdo la emoción» y luego «parece que te preocupa mucho tener sexo hoy» y finalmente «me da la impresión que hoy no me has preguntado mucho sobre mí«. Ya os imagináis mi cara después de estas tres bombas XD.

Pues en ese momento me intenté relajar e ir paso a paso con las tres frases, siempre mostrándome tranquilo. Le respondí algo como…

«Mira, tus decisiones son sabias y siempre tienes que guiarte por ellas, con lo cual entiendo tu parte. Eso sí, por mi parte y como hombre con las ideas claras que soy, cuando quiero hacer algo lo hago y voy a por ello siempre con respeto, salga bien o mal. Pero nunca me quedaré con la duda de no hacer lo que mi instinto o mi cerebro me dicen.

No me preocupa ni más ni menos tener sexo hoy, pero si piensas que soy un hombre asexual que no te va a besar en público o tocarte cuando estemos juntos mientras tú lo permitas, ya te adelanto que no soy así. Y si eso es lo que quieres en un hombre, quizás deberías plantearte mejor lo que buscas.

No estoy de acuerdo en que no te haya preguntado cosas sobre tí, en cualquier caso, hacer un juicio de esto después de estar juntos durante 3 horas, no es nada justo”.

Como os podéis imaginar, intenté usar estas frases con firmeza, pero a la vez sin ser muy duro ya que no quería crear mal ambiente. Después de mis argumentos, ella se empezó a reír, me volvió a besar y me dijo: eres un smooth talker (alguien capaz de decir las cosas correctas en el momento correcto).

Después, se marchó a su casa.

Durante los siguientes días, ella siempre iniciaba las conversaciones por WhatsApp, lo cual era buena señal. No tardé mucho en proponerle una segunda cita, esta vez para cenar en un restaurante que hace comida española. La compenetración era muy fluida. Terminamos yendo a mi casa después de cenar y volvimos a comernos la boca, esta vez con mayores avances.

La tensión era muy palpable y ella me dejaba de besar a ratos y respiraba profundamente para aliviar lo cachonda que se estaba poniendo. Eso sí, seguía evitando avanzar y entonces le propuse hacerle un masaje sensual, el cual no aceptó. Finalmente se volvió a marchar a su casa.


SHIT TEST Nº4 (Las costumbres con hombres beta)

Al terminar la cena en el restaurante le propuse pagar toda la cuenta y luego enviarle su parte. En ese momento de la cita ella respondió con un OK un tanto frío. Al día siguiente le envié por WhatsApp el recibo de su parte y ella saltó diciendo que eso era la gota que colmaba el vaso.

Al preguntarle, ella se confesó diciendo que no estaba acostumbrada a pagar, que podía pagar pero que como yo había propuesto ir a cenar, que esperaba que yo la invitara. Dijo que había sido grosero por mi parte y que seguía notando que yo me interesaba mucho por tener sexo cuanto antes (como dije antes, esa última vez estábamos muy cachondos).

En este punto, creo que nunca habría contestado esto si no fuese gracias a vuestro libro y consejos:

«Voy a ser muy claro contigo. Primero, me hubiera gustado que me dijeras esto en persona. Segundo, puedes estar acostumbrada a que te inviten, pero también te digo que eres la primera persona que conozco que se queja por pagar a medias, especialmente porque en NINGÚN momento te dije que te iba a invitar.

Dije que podríamos ir a cenar y nada más (en cualquier caso, te invité al café que nos tomamos antes de cenar, por si ya te has olvidado). Además, nos conocemos de dos citas, si nos conociésemos más no tendría problema en invitarte, de hecho, yo mismo sería el que te invitaría por iniciativa propia de vez en cuando.

Y tercero, aunque ya lo dejé claro anteriormente, me gusta disfrutar de la sexualidad y de mi tiempo, si tú no quieres sexo, es tu decisión, pero yo siempre te he tratado con el mayor respeto y sin forzarte a hacer nada que no quieras hacer”.

Después de este mensaje, ella asumió que había sido su culpa el haber interpretado mal la situación y me pidió disculpas. Terminé la conversación diciéndole que la próxima vez la iba a morder en el cuello y me respondió que lo estaba deseando.

Unos días más tarde, en la tercera cita, acabamos en la cama. Sin embargo, no fue especialmente increíble, ella no quería que le hiciese sexo oral. Cuando le pregunté por qué, me dijo que era una parte muy íntima para ella (WTF?! pero para meterle la polla, sin problema, xD).

Quiero pensar que quizás estaba nerviosa, aunque me dijo que no era así. Al irme de su casa, le dije hasta luego y poco más. Al cabo de una hora me envió un mensaje diciendo que se lo había pasado muy bien y que quería repetir y que ahora sí, quiere que hagamos más cosas.

Seré más guapo o menos guapo, eso no se puede cambiar y a veces ayudará o no, pero lo que yo siempre hacía mal estaba directamente relacionado con mi COMPORTAMIENTO y, gracias a vosotros, me siento mucho mejor conmigo mismo tras estos pequeños cambios que eran necesarios y que nunca nadie me había revelado anteriormente.


Mis comentarios

Como te decía en la introducción, los shit tests son la forma que tienen las mujeres de ponernos a prueba para comprobar si realmente somos unos hombres de estatus (o sea, hombres masculinos sobrados de opciones) o unos simples huelebragas nuncafollistas que se la están intentando colar.

Cuando un Blue Piller lee sobre shit tests, suele pensar que vaya película que nos hemos montado, pero no, los shit tests son reales, y no hay mejor manera de comprobarlo que empezar a superarlos tú mismo y ver cómo lo que antes era FAIL, haciendo las cosas de la manera correcta acaba con un final feliz para los dos.

Vamos a comentar ahora los shit tests de la historia de Manuel…

Test 1

El test de la cobra es uno de los más clásicos. Muchas chicas te harán la cobra y retrasarán ese primer beso solo por ver cómo reaccionas ante ese rechazo.

Si ante una cobra te vienes abajo, te quedas todo cortado o sin saber qué decir, habrás fallado el test. Ella sabrá que no eres un hombre acostumbrado a hacer que las cosas sucedan, te percibirá como un hombre nuncafollista y el juego habrá terminado.

En cambio, si demuestras que esa cobra no te ha afectado en absoluto y después de ese «rechazo» sigues pasándotelo igual de bien que antes de que fueras a por el beso, le estarás comunicando que eres un hombre con experiencia y sobrado de opciones, con lo cual, le resultarás mucho más atractivo.

¿Y cómo sabemos si su cobra es un test o que simplemente no le gustamos?

Es muy fácil, si ella te hace la cobra y a partir de ese momento se siente incómoda, controla las distancias o mira su reloj y te dice, “uyyyy qué tarde se me ha hecho… tengo que irme a ponerle la comida al perro…”, obviamente, no es un test, es simplemente que no le gustas. Así que tú no insistas más y game over. Haces NEXT.

Por contra, si después de hacerte la cobra ella sigue disfrutando de tu compañía, se pone más juguetona y al ver que no te vienes abajo aumenta el jiji jaja, está claro que es un test, y es así como debes tomártelo.


Test 2

Hablando ya del segundo apartado, la pregunta “¿no te frustra que no te bese?” no es solo que sea un test, sino que además, te lo está lanzando ella de manera directa y totalmente consciente. Es como si te estuviera diciendo, “venga, demuéstrame que eres un hombre de estatus que está acostumbrado a que las cosas sucedan”.

Y ante una pregunta tan directa, lo mejor que puedes responder es algo como lo que respondió Manuel, es decir, dando por hecho que todo es un juego por parte de ella, que estás disfrutando de este juego tanto como ella y que no te cabe duda de que os besaréis antes o después.

Para todos nuestros amigos fanáticos de la dictadura de la corrección política, aclarar que ella en todo momento está demostrando que disfruta del momento (lenguaje corporal, sonrisas y muchos jajas), que en ningún momento está obligada a absolutamente nada y, lo más importante, que es total y absolutamente libre para terminar con el juego cuando ella quiera y, si así lo desea, largarse a su casa.

Y sé que hay ministerios de desigualdad que quieren acabar para siempre con este juego de la seducción que tanto gusta, tanto a hombres como a mujeres, pero bueno, de momento creo que podemos seguir disfrutándolo.


Test 3

Con el tercer test la cosa se complica. A mí al leerlo me ha recordado mucho a la época de la seducción clásica, cuando el sexo casual todavía no estaba aceptado socialmente y ellas muchas veces se rallaban en el último momento porque no querían quedar como unas “fáciles” con el tío que tanto les había gustado.

Holanda es un país postmoderno, pero quizás las ciudades pequeñas siguen siendo bastante tradicionales, eso lo desconozco. Al menos esta chica parece que lo era.

La cuestión es que ella en el último momento decidió que no quería sexo contigo y, si bien no parece que esto fuera un test que ella te pusiera de manera consciente, lo que está claro es que tu respuesta ante esta negativa sí iba a funcionar como un gran y enorme shit test.

Si al negarse ella a tener sexo esa misma noche tú hubieras empezado a tratar de convencerla para follar, a decirle que no se haga la estrecha o a tratar de avanzar físicamente, no solo estarías fallando el test y arruinando tus opciones, sino que, además, estarías haciendo algo muy chungo y, por momentos, podrías estar bordeando límites muy jodidos a los que jamás deberías ni acercarte.

La manera correcta de actuar cuando ella en el último momento decide que no quiere tener sexo es precisamente la que cuentas en tu historia. Aceptas su decisión, pero al mismo tiempo le dejas claro que ella te atrae y que eres un hombre masculino que va a por lo que quiere, siempre con respeto, por supuesto.

Lo cual significa que si ella no quiere tener sexo esa misma noche, ok, no hay ningún problema. Pero ella también sabrá que te gusta y le has dejado claro que si os volvéis a ver, volverás a ir a por ello, con lo cual, si ella no quiere nada, será la que decida que no haya más citas.

Una vez más, ella es totalmente libre de cortar en cualquier momento y jamás estará obligada a hacer nada que no quiera hacer.


Test 4

Con el cuarto test pasa lo mismo que con el tercero. No es que ella te pusiera el test a propósito, a ella realmente le molestó que no la invitaras a cenar, lo cual, también puede indicarnos que es una chica tradicional, por cierto. La cuestión es que tu respuesta ante esa situación, quisiera ella o no, iba a funcionar también como un test.

Si ante su enfado tú te hubieras venido abajo y hubieras empezado a pedir disculpas y a decirle que no se preocupe que tú lo pagas todo, le habrías demostrando que pasas por cualquier aro que ella te ponga y, por lo tanto, te habría percibido como un hombre necesitado y nuncafollista.

O sea, esto hubiera sido muchísimo peor que ofrecerte a invitarla de primeras.

En cambio, hiciste lo correcto, te mantuviste firme y con muchísima educación le explicaste por qué nada de lo que hiciste estuvo mal, que ella te gusta y que ésta es tu forma de ser, así que, si quiere algo contigo, debe ser ella la que pase por tu aro.

Y lo hizo, te pidió disculpas, pasó por tu aro y, después de eso, la recompensaste quitando hierro al asunto. Perfecto.

Finalmente hubo final feliz para los dos, o bueno, casi. He dejado la parte final porque creo que ese momento en el que no quiso que le comieras el coño nos demuestra que efectivamente ella es una chica que no había tenido sexo con muchos hombres. Si tuviera que apostar, diría que quizás eres el segundo.

Es normal que algunas chicas en sus primeros encuentros sexuales puedan tener este tipo de inseguridades.

Lo que está claro es que si una chica está montada en el carrusel de guaperas de Tinder no le da ninguna vergüenza que le coman el coño. Es más, muchas escriben artículos en sus foros y blogs de internet preguntando por qué los guaperas con los que quedan directamente para follar no comen coñito nunca, pero bueno, ese ya es otro tema.
Palabras finales

Poco queda por decir. Solo remarcar que aunque Manuel sea un tío físicamente atractivo, estaba teniendo problemas para ligar con chicas de su liga. Él mismo nos lo contó en su primera historia.

En cambio, una vez leído nuestro Tinder Hack y aplicando los conceptos aprendidos, tendrás un volumen alto de citas para ir puliendo tu juego cada vez más.

Nos vemos,

Luigi

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